La Hemeroteca
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Carpe Diem

La Hemeroteca

 


Con todo y los gobiernos pocos amigables con la cultura que hemos tenido, la Hemeroteca Pública de Oaxaca ha sobrevivido. Es una institución que contrasta con intentos gubernamentales, cargados al erario, de crear instituciones que, una vez concluido el mandato del promotor, se van con él.

A pesar de las diferencias ideológicas y de opinión que se dan entre los periodistas, todos la han adoptado como su casa al ser un invaluable banco de información única en el país. En conjunto la han defendido contra los embates de alguno que otro funcionario que ha tenido la intención de convertir el recinto cultural en un recinto mercantil, transformándolo en hotel, restaurante o centro comercial.

No falta quien piensa que, a estas alturas, una hemeroteca no es necesaria. Hay que conocer su historia y su contexto para valorar el enorme y valioso patrimonio que ahí está guardado.

Todavía a principios de este siglo, apenas hace unos 21 años, la información no estaba disponible en la abundancia a que nos hemos acostumbrado hoy. Y hace 50 años o más era aún más escasa. Y ahí radica el valor de la institución, en otorgar un servicio de acceso a la información a la que, constitucionalmente tenemos derecho.

A partir de la invención de la imprenta y de las primeras hojas volantes que circulaban con información, había que pagar por adquirirla. Los libros eran caros, las revistas y los diarios no, pero aun así no todos podían comprarlos. Una institución pública que reúne los diarios de la localidad se convierte, por tanto, en una institución necesaria. Solo piensen en los miles de personas que fueron a buscar los avisos de ocasión para buscar trabajo sin tener que comprar el periódico. A algunos les parecerá poco, pero a muchos les era incosteable comprarlo todos los días.

La tecnología ha modificado nuestros hábitos y el modelo de negocio de la información. Hoy ya casi no se vende porque nadie pagaría por ella. Es gratuita y la tenemos disponible en nuestros modernos celulares, las 24 horas, los siete días de la semana. Pero se equivocan quienes piensan que esos montones de papeles viejos solo servirían para calentar el agua.

La Hemeroteca de Oaxaca está evolucionando, poco a poco se está digitalizando y, en un futuro no muy lejano, seguro estarán en línea sus acervos. El problema es el dinero, siempre hay escasez de recursos y, cuando se trata de cultura, los políticos siempre la mandan al último lugar porque primero deben atender a sus clientelas electorales. Con lo que se le regala al magisterio o al sindicato de empleados del gobierno estatal para sus fiestas y calendas, que es dinero tirado a la basura, podría equiparse la institución con tecnología de punta, pero no es prioridad porque los libros no dan votos.

¿Cuál es el futuro de la Hemeroteca “Néstor Sánchez H.” de Oaxaca? Al igual que las hemerotecas de otras partes del mundo, deberá cambiar algunos paradigmas y modernizarse. Así como ni la TV o el internet eliminaron a la prensa escrita, ni las hemerotecas ni las bibliotecas desaparecerán porque en ellas se guardan los libros y periódicos impresos desde hace casi 600 años. En esta época de la estupidez en que nos tocó vivir, en que el sentido común casi se extingue, habrá que permanecer atentos a que no salga algún bruto a solicitar tirar esos acervos a la basura, o al reciclaje.

Hay quienes desean asimilar a la Hemeroteca de Oaxaca con el Archivo Histórico de la Ciudad de las Canteras. Sin embargo, hay algunas diferencias fundamentales que deben tomarse en cuenta. La Hemeroteca es eminentemente popular; el archivo es para académicos. La hemeroteca no es rígida como museo, el archivo si lo es y puede llegarse a sentir intimidación por ser un lugar de alta academia e investigación, excluyente para algunos. En parte es lógico, se debe al alto valor de los archivos y que no son de consulta popular sino para investigadores debidamente acreditados. Los museos están cambiando y adaptando a los nuevos paradigmas que los colocan ahora como lugares vivos y puntos de encuentro de la comunidad. Si fuera necesario, habría que equipara a la Hemeroteca en la categoría de “museo comunitario”, en donde los miembros de la comunidad construyen conocimiento y crean la cultura colectiva. Los oaxaqueños somos orgullosos de la nuestra, o, ¿no?

El próximo 22 de octubre la Hemeroteca Pública de Oaxaca “Néstor Sánchez H.” cumplirá 49 años de haber sido entregada como patrimonio del pueblo Oaxaca, reconocida así por un decreto del Congreso estatal. Así es, la institución tiene fundamentos jurídicos que se deben respetar y actualizar.

Hay mucho por hacer, y será la sociedad civil la que presione a las autoridades para lograrlo. De entrada, a los políticos no les gustan los archivos, ni de papel ni digitales, porque ahí quedan para siempre sus declaraciones, acciones, traiciones y carencia de convicciones.

Twitter @nestoryuri