Centro gastronómico (I PARTE)
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Centro gastronómico (I PARTE)

 


El sitio fue invadido por ambulantes y se canceló.

La idea es muy buena. Si algo distingue a Oaxaca es su variada gastronomía que, inclusive, a través del Paradigma Michoacán, está considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Buscando más información sobre tan magnífico proyecto empezaron a surgir algunas sorpresas que, con la venia de nuestro director de EL IMPARCIAL, les comentaré en tres entregas consecutivas.

La suspicacia surge a partir de un punto de acuerdo de la 64 Legislatura del Congreso local, en enero de 2021, en que exhorta al ejecutivo y al titular de Instituto del Patrimonio “para que en la Construcción del Centro Gastronómico del Estado de Oaxaca eviten la inversión privada, se abstenga de entregar los espacios al sector empresarial o restaurantero y en su caso
contemplen a personas con conocimiento en cocina tradicional oaxaqueña, garanticen la competencia leal entre dicho Centro y los mercados gastronómicos del centro de la ciudad, así para que impulsen el consumo local y reactivación de la economía con una campaña permanente de promoción hacia dichos mercados.”

Y no solo le lanzaron el exhorto al gobernador, sino que también protestaron porque, a pesar de haber solicitado la información, les fue negada. También solicité la información sobre el proyecto ejecutivo y me fue negada, solo me proporcionaron una copia del contrato de la ejecución de la obra otorgado a la empresa “VAYPESA Construcciones S.A. de C.V.” por cinco millones de pesos a través de una licitación restringida.

Apenas unas semanas después del exhorto, algunos diputados fueron llevados a la obra para conocer las obras, mismas que se realiza con mucha, muchísima discreción. Al mismo tiempo, desde el Mercado “20 de noviembre” se alzaron las voces en protesta contra dicha obra por considerarla una competencia desleal y un favoritismo hacia ciertos personajes mediáticos de la industria restaurantera local. Alguien de entre las comideras (Así se les llama en Oaxaca a las cocineras tradicionales) consultadas señaló que están dispuestos a tomar dicho centro y evitar lo que consideran un despojo a favor de algunos personajes conocidos de la industria restaurantera local. Este detalle es importante porque, en el largo texto del exhorto de los diputados, mencionan que desean que dicha obra no se entregue a la CANIRAC, ni sus socios, es decir, que no se privatice la gastronomía local a favor de algunos “suertudos”.

A todo esto, ¿Qué es un centro gastronómico? Aclararlo es importante, y diferenciarlo también. Un centro y un mercado gastronómicos no son, ni deben ser, lo mismo. ¿Qué construye el gobierno de Oaxaca? Le llama Centro Gastronómico, pero es probable que solo sea un lujoso mercado para un turismo de alta gama atendido por refinados chefs. Esto no es malo, simplemente que debería ser proyectado, financiado, construido y comercializado por el capital privado y no con fondos públicos, en un edifico histórico y entregado a los consentidos del gobierno. Lo que a la gente le molesta, y no debe ignorarlo el gobernador, es lo que considera la apropiación y privatización de nuestra cultura.

Entre la información encontrada está un proyecto para un centro gastronómico en Madrid, España, totalmente de capital privado y cuya finalidad es promover la cocina española y sus productos y bebidas premium en una feria permanente, con un modelo de negocio que pretende, a cambio de la inversión millonaria de los socios, obtener utilidades, algo totalmente lícito y justo para quienes invierten capital privado.

De acuerdo con el “render” que por cuenta propia conseguí del proyecto ejecutivo, las aulas de capacitación serán la última etapa de la obra. La prioridad serán los “puestos” y el área de eventos especiales con todo el equipamiento necesario hasta para una orquesta, es decir, primero lo comercial y la fiesta y luego lo cultural. Contrasta con el original proyecto de la Alhóndiga en que se le da más importancia a la investigación sociológica y antropológica, enfoque al que yo añadiría el estudio químico, biológico y nutricional para tener un panorama completo de la cocina tradicional.

La cultura oaxaqueña es totalmente popular y un centro gastronómico debe enorgullecerse de nuestros orígenes y presentarla como es, auténtica, apegada a sus raíces y tradiciones. ¿Habrá comido el gobernador alguna vez una quesadilla de amarillo de San Antonino en algún puesto callejero?
Twitter @nestoryuri