SEMOVI, un año perdido
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Opinión

BARATARIA

SEMOVI, un año perdido

 


En Semovi las cosas siguen igual o peor que hace un año. ¿Dónde está el cambio? Con tenencia pagada y sin tarjetas de circulación en existencia, simplemente se extiende al conductor de motocicleta o automóvil un permiso por dos meses para circular; se obliga al dueño del vehículo que gusta andar en regla circular con el documento en la bolsa como escudo ante el propósito de evitar ser molestado o detenido en los “eficientes” operativos instalados por uniformados para revisión de conductores.

Para impedir que alguien caiga en las afiladas garras de las policías Vial Estatal, las municipales de Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino, San Jacinto Amilpas o Santa Cruz Amilpas, por ejemplo, como buen trato a delincuente sin la mínima noción de la “presunción de inocencia” el motociclista debe contar con ese permiso para lo cual debe recurrir cada dos meses a Semovi para actualizarlo (pues no hay para cuándo surtan el papel seguridad para expedir las tarjetas de circulación) y contar con licencia vigente.

Esa misma historia se contaba ¡hace un año! Y el argumento de Claudina de Gives y quien operaba en Semovi, Pedro Silva Salazar (ahora en busca de nueva cuenta de la presidencia municipal de Huajuapan de León) era el desorden en que les habían dejado la institución, pero, ha transcurrido ¡un año! de la “Primavera Oaxaqueña” y siguen los mismos problemas, o sea, no han puesto orden o se benefician del desorden: no hay placas, no hay tarjetas de circulación, las citas para tramitar las licencias son a cuenta gotas, persiste el coyotaje, es más fácil obtener trámites y documentos en las afueras de las oficinas que dentro. ¿Sigue la corrupción?

Es complicidad o ineficiencia lo que no ha permitido que en un año ya se hubieran percatado de las necesidades, haber realizado planeación de cuántas, cuándo, dónde, la demanda y contratado la dotación de láminas para motociclistas, automovilistas, las hojas valoradas para tarjetas de circulación, la documentación para pago de derechos, las concesiones, permisos, etcétera.

A la fecha un conductor o motociclista debe acudir ¡cada dos meses!, con la consecuente saturación y molestia de los burócratas de Semovi a retirar un nuevo permiso ante el “desabasto” de placas y tarjetas de circulación. ¿Y la planeación, aún no terminan de percatarse de las necesidades de la dependencia?, pues es un año perdido y estamos en el mismo punto que diciembre del 22 o enero del 23

Y no hablemos de la anarquía de foráneos circulando sin placas. La multiplicación de “bases” apócrifas en diversos puntos de la ciudad en donde se paran taxistas regulares, foráneos, urbaneros a esperar pasaje, obstruyendo la circulación. Y las tarifas, el asunto de las tarifas. Un taxi foráneo, que tendría prohibido levantar pasaje o brindar servicio en la capital, cobra ¡12 pesos en traslado por unas cuadras en la ciudad, por ejemplo, sobre Símbolos Patrios! O los transportes “Halcón” que sólo por levantar pasaje la tarifa mínima es de 10 pesos, cuando la tarifa del transporte urbano capitalino es de 8 pesos, ¿Por qué ellos cobran 25% más? Sus unidades ¿son de lujo, traen cafetería, aire acondicionado o algún servicio que desconozcamos, pero del cual Claudina cuente con información confidencial? Esa sería la única razón de elevar la tarifa.

LA BROMA

Parafraseando el título de una de las novelas del ilustre escritor checo, Milan Kundera, La Broma, parece que la ciudadanía ha caído en desgracia con los actuales y más recientes gobiernos.

Parece una broma la justificación o el intento del gobierno del estado de desviar la atención ante la ineficiente prevención contra incendios que señaló en las páginas de EL IMPARCIAL Javier Anta, integrante del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, quien reiteró la falta de capacidad y preparación de los estados, en especial el gobierno estatal, para atender las advertencias de que este sería uno de los años más secos y difíciles por los incendios forestales.

Y leemos “El combate de incendios forestales, (es) factor de estabilidad social y gobernabilidad”. ‘Parece una broma’ señalamos para adentro y releímos la cabeza; incluso, comprobamos que el documento provenía de la cuenta oficial del gobierno del estado. La fuente es indudable.

Y el primer párrafo del boletín de prensa lo confirma: “Al considerar el combate a los incendios forestales como un factor de estabilidad social y gobernabilidad, la Secretaría de Gobierno (Sego) informó que serán instalados los Comités Regionales de Prevención y Combate de Incendios Forestales”.

En verdad lo creen. ¡Imagínese usted, querida lectora-lector! Este argumento para los héroes habitantes de Quiaviní que combatieron estoicamente un voraz incendio que les digan que “eso” generó “estabilidad social y gobernabilidad”, ¡seguro que sí! Tal estabilidad que obligó a un bloqueo sobre la carretera federal para que, tres días después un helicóptero hiciera un vuelo de reconocimiento por la zona. ¡De gobernabilidad! Habría que preguntarles a los retenidos por un bloqueo en la carretera al cruce con Matatlán si percibieron “gobernabilidad” durante los más de dos días retenidos y que no hubo autoridad alguna que se hiciera presente, pues los funcionarios y diputados estaban tomándose la foto en el inicio de campaña de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México.

Pero, además, reconocen su ineptitud e ineficiencia. A un año de asumir el cargo, apenas empiezan a instalar los Centros Regionales de Operaciones (CRO), como resaltaría Anta: ¿no sabían lo que iban a enfrentar? Les aseguramos, lectora-lector que si no afrontan una crisis como la actual, esos comités quizá nunca se hubieran instalado.

Y veamos sus “criterios” para instalar estos CRO: “alto índice de sequía de combustible por tipo climático, sequedad de combustible en los últimos 10 años, la cantidad de incendios forestales y superficie afectada, la distancia de la capital a la zona para el suministro de recursos y los incendios forestales de alta velocidad de propagación” ¿no saben ni eso? ¿carecen de información? Y entonces ¿A qué se dedican?

¿Verdad que no es lo mismo andar organizando “paseos ciclistas”, tequios artificiales, hacer negocio con el traslado de migrantes en autobuses chatarra?