Terrorismo laboral
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Opinión

BARATARIA

Terrorismo laboral

 


Apenas en la aurora del sexenio jarista de la Primavera Oaxaqueña se filtraba la información sobre la venta nocturna de plazas en diferentes instancias de la administración pública al final del gobierno priista de Alejandro Murat.

Por ahí de mayo del año pasado el entonces secretario de administración, Antonino Morales Toledo indicó que al menos mil 315 plazas habrían sido vendidas o entregadas de manera ilegal en la administración del gobernador Murat. Le llevó ¡medio año! darse cuenta e indagar el problema y la bomba de tiempo que significa mantener esos espacios sin sustento presupuestal, y el problema sigue irresuelto.

El entonces funcionario público y hoy suspirante a la senaduría informó que se detectaron mil 571 plazas entregadas del 2017 al 2022 y que de ellas solo 256 lugares se hicieron de manera regular “en convenio con el sindicato”.

Según las reglas no escritas “del antiguo régimen”, sobre todo priista, se sobreentendía que al llegar como personal de confianza a una posición del gobierno tenía un plazo perenne ligado a la renovación del gobierno el turno, la salida del director y del funcionario o “el equipo” con el que se llegó.

Con la derrota fehaciente del priista Alejandro Avilés tras la entrega de la plaza de Alejandro Murat a Morena, todo este esquema se trastocó y quienes regularmente se iban a la banca por algunos meses en espera “de ser llamados” apuraron o presionaron a sus padrinos y contactos para comprar o asegurar la continuidad en el trabajo.

Eso fortaleció al “Carteldelasplazas” al final del muratismo.

De otro lado estaba el tráfico y venta de plazas, el cual sin duda está aún vigente. Así es y, por lo visto, sigue siendo en la administración pública, aunque con ello se finque un delito.

De esto bien podrá contarnos el exlíder del Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDCEO), Rafael Rosas quien ahora “despacha” como regidor de Protección Civil y de Zona Metropolitana en el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez. El negocio se estimó en 657 mdp, estimaciones del propio gobierno.

El llamado #Cartel de las plazas fue de nuevo señalado por Salomón Jara en junio de 2023 he indicó que esas plazas representan una carga presupuestal de más de 200 millones de pesos. El consejero jurídico Geovany Vásquez Sagrero, también en junio, indicó que en la revisión que realizaron las Secretarías de Honestidad y Administración, se detectó que, del 1 de diciembre del 2016 a diciembre del 2020, se entraron al menos mil 200 plazas.

Y desde entonces ha privado un silencio cómplice en la administración jarista. Apenas hace una semana se indicó que “se tienen identificados a 10 personas por la venta de plazas”, pero nada más. Hasta la tarde del jueves nadie ha informado haber dado de baja a burócratas contratados por el #Carteldelasplazas, pues estos siguen cobrando y, en el peor de los casos habría incluso hasta integrantes de la Fuerza Aérea de burócratas. ¿Qué pasó con el presunto “congelamiento” de 14 mil lugares?

Eso también es corrupción.

 

EL TERRORISMO

A falta de recuperación de dichos espacios, producto de la complicidad, conveniencia o incapacidad de los actuales funcionarios (lo cual también es sin duda corrupción) se ha desatado una verdadera “cruzada” de acoso laboral, “reacomodos” o burdas prácticas para “cansar” o empujar a la renuncia de trabajadores en diversas secretarias, organismos descentralizados o instancias de la administración pública.

En el sistema de educación media superior hubo relevo de directores, por las buenas o por las malas, en diversos planteles de Cobao, IEBO o Cecyteo para abrir espacios a recomendados, amigos o “compromisos” de campaña, como bien aceptaron directivos de esas instituciones. Se colocaron carniceros, neveros, o quienes gritaron a todo pulmón a favor de la elección de Morena en Oaxaca y, los compromisos se pagan.

Para ello, directivos de secretarías como Administración, Finanzas, Economía e incluso de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (CORTV) han sido objeto de una misma y burda estrategia.

Primero, cambiarles horarios o áreas de adscripción para desestabilizarlos laboral y emocionalmente. Luego, como no es posible bajarles el sueldo, retirar estímulos, bonos o incentivos. Claro, en este último punto habrá qué saber la cuantía y frecuencia de esas “entradas extras” y si eran parte de su salario. Esto para “cansarlos” en lo económico; el siguiente paso es el evidente acoso laboral con agresiones verbales, insultos, discriminación.

Algunos de estos trabajadores han cedido a dicho acoso o terrorismo laboral a cambio de nada y renunciado; muchos, nos dicen, con años de laborar en CORTV, Finanzas, Economía, Administración y otras dependencias.