INM Y GN: pesadilla de migrantes
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BARATARIA

INM Y GN: pesadilla de migrantes

 


Cinco niños recogen dulces que son arrojados desde taxis amarillos que llegan a la Alameda de León y cuyos ocupantes festejan El Día del Taxista. Los pequeños gritan, ríen; están sucios, pero en ese momento felices. Detrás de ellos, sentadas en una banca de fierro, están dos mujeres morenas con el pelo chino. Una de ellas sostiene con sus dos manos un cartón con letras escritas con plumón negro: “Mexicano: somos venezolanas y necesitamos tu ayuda; Dios te lo pagará”, mientras la otra se sacude, tiembla de pies a cabeza. “Es mi hermana; está enferma. Parece que comió algo que le hizo daño”, dice María Alejandra, la del aviso solicitando ayuda. Llevan más de un mes caminando en busca del angustioso “sueño americano”. “Nuestros maridos andan por la ciudad buscando comida; somos en total nueve, con los cinco niños”, refiere. Cuenta que han salido de Venezuela por la crisis económica y política que se vive en esa nación del chavismo. “Vendimos todo; en Guatemala nos asaltaron y nos quitaron todo; en México se han portado chévere con nosotros; no buscamos hacer mal a nadie, sólo que nos dejen pasar por su territorio”, cuenta.

En su homilía del domingo pasado en el templo de Catedral, el arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, volvió a reiterar su llamado vehemente a la ciudadanía, para ser solidarios con los migrantes, “y compartir su pan y su vestido con ellos”.

“No veamos como un estorbo a los hermanos migrantes, sino como una oportunidad de tocar la carne sufriente y preocupada de nuestro Señor, en la persona de nuestros migrantes que van camino por territorio oaxaqueño en busca de mejorar su vida en su familia; son peregrinos necesitados. Algo nos quiere decir Jesús en la persona de ellos”, sostuvo.

Un domingo anterior, Vásquez Villalobos que se ha caracterizado en su carrera eclesiástica por estar con los más necesitados, extendió su llamado a las autoridades federales, pero sobre todo a las estatales y municipales, para que instalen albergues donde se les dé alimentación y cobijo a los migrantes que van de paso, e indicó que la Iglesia católica tiene uno, pero que es insuficiente para albergar a cientos que han llegado en busca de ayuda.

Muy preocupante lo que se vive a nivel mundial por el éxodo de migrantes. Los mexicanos, antes lo veíamos de lejecitos, en el caso de la oleada migratoria en países europeos, ahora los tenemos aquí cerquita, en la punta de nuestra nariz, en el caso de nuestros hermanos centro y sudamericanos.

Y da tristeza ver cómo hombres y mujeres, jóvenes y niños, deambulan por las calles de la ciudad en busca de ayuda económica. Ver rostros tristes y ojos a punto de llanto por el sufrimiento que llevan en la espalda.

En la conferencia del Gabinete de Seguridad del pasado lunes, el titular de la Secretaría de Gobierno, Jesús Romero López, dijo que la entidad podría alcanzar, en los próximos tres meses, una cifra récord de migrantes, pues se espera el arribo de unos 200 mil, los cuales cruzarán el territorio estatal, lo que mantiene alerta a las instancias de Seguridad Pública y de Salud.

El funcionario reiteró que el tema le compete al gobierno federal, a través del Instituto Nacional de Migración, pero que el gobierno estatal solo brinda acompañamiento a los ciudadanos ilegales e indicó que el gobierno estatal instalaría un albergue, pero hasta el momento esto no se ha realizado, justo en que los migrantes más lo necesitan. ¿Será posible que el gobierno de Oaxaca no cumpla con esta labor humanitaria?  Otras instancias como la Cámara de Diputados, ¿podrán contribuir con algo?

Dentro del drama de los migrantes, una luz salvadora alumbra los laberintos por los que transitan, bajo el acecho de la delincuencia: La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.

Hace unos días, la titular de esa dependencia, Elizabeth Lara Rodríguez estuvo en varios municipios del Istmo de Tehuantepec, en donde se mueve el mayor flujo de migrantes, donde recogió testimonios de mujeres y hombres sobre el mal trato que reciben de la Guardia Nacional y de elementos del Instituto Nacional de Emigración, que no “aseguran”, sino detienen como viles delincuentes a los migrantes.

Y este martes, la DDHPO ha dirigido la Alerta Temprana 04/2023 a diversas dependencias estatales, entre ellas a la Secretaría de Gobierno y al DIF del Gobierno del Estado, así como a los presidentes municipales istmeños, para evitar violaciones masivas a los derechos humanos de las personas extranjeras “de difícil o imposible reparación”.

En el documento, revela que diariamente se mueven en territorio estatal entre 200 a 500 personas provenientes principalmente de Venezuela, El Salvador, Guatemala, Honduras, Haití, Nicaragua, Chile, Ecuador y Senegal, quienes se integran en grupos, en los que se encuentran Niñas, Niños y Adolescentes.

La dependencia también constató que la mayoría de las personas extranjeras se concentran en las terminales de autobuses o en tiendas de conveniencia a la espera de que sus familiares les realicen depósitos de dinero para comprar boletos con destino principalmente a la Ciudad de México o al norte del país, lo que ha ocasionado que muchos duerman sobre las banquetas de las calles aledañas, provocando la saturación de los servicios sanitarios y de transporte, situación que complica la prestación de dichos servicios para la población que regularmente habita esos municipios, lo que podría generar un conflicto social.

Mientras que agentes del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional, obligan a las personas extranjeras a bajar de los autobuses en los que se transportan, impidiéndoles continuar con su trayecto, indicándoles que si quieren llegar a su destino lo hagan caminando, sin importar que en los núcleos familiares viajan niños, niñas o adolescentes, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad, eventos que ocurren de día, noche y madrugada.

Para acabarla, existen algunas empresas de transporte público, que se niegan a venderles boletos a los migrantes, bajo el argumento de que son órdenes del INM.

Qué bueno que la titular de la DDHPO salga de su cómoda oficina para constatar personalmente el drama que viven los migrantes y hacer algo por ellos. Estas acciones deben estar acompañadas por otras instancias como la Fiscalía General de la República para detener a las cabecillas de las bandas de coyotes y de los secuestradores, que siguen atentando contra los extranjeros desvalidos, que les ha tocado en mala hora vivir esta terrible realidad.

Ojalá también que las instancias a las cuales han sido dirigidas esta alerta temprana cumplan con voluntad y coadyuven a salvaguardar la seguridad, la salud y la asistencia social de los migrantes que cruzan territorio oaxaqueño.

Ya lo dijo el Arzobispo, que no hay que mirar al migrante como un estorbo, sino como un peregrino necesitado de ayuda, mientras que la escritora chilena, Isabel Allende, ha lanzado al mundo una frase magistral:

“El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas; el inmigrante mira hacia el futuro, dispuesto a aprovechar las oportunidades a su alcance”.