Libros de texto: educación miseria
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

BARATARIA

Libros de texto: educación miseria

 


Nunca como hoy los libros de texto gratuitos están en la mira de la sociedad ante las consecuencias que pueden generar a mediano y largo plazos. Más allá del asunto ideológico que, por sí mismo es un tema aparte, los contenidos han levantado ámpula. Es cierto, muchos “no los han leído”, como dice el Presidente López Obrador, pero mucho de ello se debe a la secrecía como han manejado el asunto para contener críticas desde los ámbitos político, social, ideológico y, lo más importante, pedagógico-académico.

Seguramente, “sin haberlos leído”, los dirigentes de la Sección 22 del CNTE los han rechazado y se han pronunciado que no los usarán en las aulas, pero tampoco han dicho cuál será la ruta de contenidos y el material de apoyo, como si Oaxaca y el magisterio local fueran una ínsula dentro del contexto nacional.

Tampoco la crítica versa desde los extremos, como señaló un locutor televisivo de que “iban a conducir al comunismo”, los textos no empujan al comunismo, que serían empleados como instrumentos, sin duda, pero un discurso incendiario, como el presidencial, tampoco es el camino.

Solo nos enfocaremos a los contenidos, esos que deberán transitar nuestros hijos. Y uno de los ejemplos señalados por los que saben es la desaparición del libro de matemáticas e inclusión de “una embarrada” de la materia en alguno de ellos; se “desapareció” 60 a 70% de matemáticas en los libros de texto.

Especialistas han señalado sendos errores con ejemplos para enseñar los quebrados y operaciones con fracciones. En un país que no lee y que está lo que le sigue de reprobado en matemáticas, esta materia debe ser fundamental para impulsar la enseñanza científica, como se llena la boca el gobierno en señalar.

En su lugar, como somos tan malos para la materia, pues la desaparecemos o reducimos, así hay menos reprobados y la “enseñanza” se hace menos árida. Hoy podemos acudir a cualquier tiendita, changarro, puesto ambulante o caseta y al adquirir unas papitas y un refresco hacer mentalmente la suma 16 más 18, pues 34 pesos. Alguien que se gana la vida como comerciante debe tener al dedillo operaciones simples como la expresada, pero no. Saca una calculadora y, luego de teclear las cantidades, nos señala la suma a pagar ¡no puede ser!

Con los maestros con los que contamos, que se “ganan” la plaza marchando, sin estudiar, acudir a las aulas, gritando y violentando para estirar la mano y cobrarle al gobierno, difícilmente la situación mejorará y, sin herramientas adecuadas, estaremos jugando “a la escuelita”.

Ha causado escozor la “sexualización” de la enseñanza al final de la primaria. ¡Claro que se debe dar una explicación científica a la reproducción humana! Pero no ¡de bulto! con la elaboración de maquetas sobre la reproducción. No somos persignados, pero debemos aprender cómo se maneja la sexualidad en otros países, por ejemplo: Finlandia y Noruega y aplicarlo a nuestro ámbito, no elaborando maquetas como si la sexualidad fuera un edificio o un proyecto inmobiliario.

Hoy mismo EL IMPARCIAL publica en sus páginas una investigación que descubre que, al menos en dos textos relacionados con Oaxaca, los “autores” se fusilaron textos de otros lados: portales “culturales” de divulgación o carpetas de diseñadores o empresas privadas.

Pero el problema tiene antecedentes, el 15 de marzo de 2021, Marx Arriaga, siniestro personaje ligado a Beatriz Gutiérrez Müeller, lanzó la convocatoria para “colaborar” en la edición de los Libros de Texto Gratuitos a diseñadores e ilustradores “a cambio de recibir sólo un reconocimiento por generar “acompañamiento gráfico” de los contenidos”.

Hubo polémica por ello y los ilustradores, desde entonces, advirtieron sobre la “precarización” de contenidos. Traducido en palabras, caería la calidad de materiales educativos porque el gobierno no quería pagar, buscaba ahorrar por el trabajo intelectual de diseñadores, ilustradores y, no lo dudamos, académicos y escritores.

Lo que queda claro con la investigación de EL IMPARCIAL es que la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos continuó por esa línea y ahí están los resultados.

Encargar a “alguien” o algunos “fusilarse” textos de aquí y allá y evitar pagar a especialistas en las áreas de la ciencia, la literatura, la academia, las artes en busca de “ahorrarse una lana”. ¿Cuál es el pecado? ¡Pues dejar de invertir o “gastar” lo menos posible en educación! Y en el pecado estamos llevando la penitencia.

La discusión y polémica que la sociedad está retomando sobre los libros de texto gratuitos es el termómetro de lo que está pasando en las aulas, en la educación: una mísera educación o educación de miseria.

 

EL DEMONIO EN LOS NEGOCIOS

Luego de señalamientos en redes sociales sobre una posible licitación arreglada, el miércoles el Gobierno del Estado difundió que el Comité de Adquisiciones, Enajenaciones, Arrendamientos y Servicios del Estado de Oaxaca declaró desierta la convocatoria para la contratación del Servicio de Evaluación de Consistencia y Resultados que se considera en el Programa Anual de Evaluación 2023.

El fallo a la Invitación Abierta Estatal (IAE-SA-JG-0007-07-05/2023) se emitió con fecha 1 de agosto de este año y se señalaba que estabas detrás el jefe de la Jefatura de Gabinete, Flavio Sosa Villavicencio.

Sin embargo, al declarar desierta la convocatoria y luego de varios procesos y recovecos se abriría la puerta a otra instancia, el asignar de manera directa un contrato estimado en un millón 178 mil 560 pesos y que se tenía en órbita a la empresa “Servicios de Capacitación y Administración de Proyectos Hanna, S.A DE C.V”, constituida en abril de 2022.