Hospital Civil, una vergüenza
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

BARATARIA

Hospital Civil, una vergüenza

 


Hace 58 fue inaugurado el Hospital Civil Dr. Aurelio Valdivieso. Fue una fecha histórica para la sociedad oaxaqueña de la época, Lo inauguró el carismático presidente de la República, Adolfo López Mateos. La atención que se brindaba era de la mejor. En el mismo inmueble existía el área pediatría y el de la Mujer.

Hace unos 10 años, un familiar sufrió un accidente en motocicleta por lo que una ambulancia de la Cruz Roja lo trasladó a la unidad hospitalaria “Dr. Aurelio Valdivieso”. Una combi lo embistió provocándole fracturas en piernas, pero la zona más afectada fue la pelvis, la cual le quedó casi destrozada.

Los médicos y especialistas del Dr. Aurelio Valdivieso, hicieron todo lo posible por volverlo a la vida; después de un par de meses, fue dado de alta. Su recuperación total ocurrió en un hospital poblano.

En esa época, como ahora, recuerdo, el también llamado Hospital Civil tenía una elevada demanda de pacientes, pues siempre ha sido un nosocomio para gente sin recursos económicos. A éstos, personal del Servicio Social les aplicaba exámenes socioeconómicos y, si en verdad carecían de dinero, les condonaban el adeudo.

Venían hasta pacientes de Chiapas, pues además de ser un hospital de primer nivel, atendía a todos, por igual.

Claro, las personas con más posibilidades económicas aportaban más recursos, pero era mucho más cómodo, económicamente hablando, que una clínica particular.

Hoy el Hospital Civil se encuentra en crisis: para empezar, el inmueble ya es bastante viejo, por lo tanto, carece de espacio; no hay suficientes médicos y enfermeras; se carece de especialistas, y tampoco camas. Los pacientes están hacinados y permanecen hasta en los pasillos. En la calle, los familiares piden ayuda económica de los transeúntes para completar para las medicinas y algo de alimento para los familiares que cuidan del paciente.

En esta época de crisis, la situación económica de la mayoría de personas ha empeorado y al quedarse sin empleo les retiran el Seguro Social, algo tan imprescindible para proteger a la familia.

El Hospital Civil, como todos los hospitales del país, recibe medicamentos e insumos de la Federación; ese es el problema de Andrés Manuel López Obrador que todo quiere controlar, y eso significa infinidad de retrasos, sobre todo en las comunidades más apartadas, como en la Sierra Sur, cuyos hospitales que ahí existen sólo cuentan con aspirinas.

Por otro lado, el Hospital Civil es un nosocomio que ya rebasó su capacidad. La demanda es alta y las carencias son muchas. Es una bomba de tiempo. La Federación ha ofrecido edificio nuevo, rehabilitarlo, pero el problema es que el Sindicato no quiere y se niega a que cambien de sede.

En el Hospital Civil, el Sindicato se ha convertido en la piedra en el zapato. Ha habido recursos, pero los trabajadores siempre se oponen a cualquier cambio.

Todas las anteriores administraciones lo único que han dado son “mejoralitos”, inyectado recursos mínimos para componer un área, u otra, pero todo es viejo.

Por eso, vergonzosamente, le piden dinero a los familiares de los pacientes para comprar insumos, porque no se cuenta con todo ahí adentro.

Llegará el momento en que las personas de escasísimos recursos no serán aceptadas, entonces, ese nosocomio perderá su esencia humanitaria.

Existe un proyecto de remodelación para fortalecer la atención del Hospital Civil, pero eso no se concretó el año pasado. Vino gente del IMSS, INSABI, SALUD y todos los funcionarios. Hubo un recorrido con el entonces gobernador Alejandro Murat, porque la encomienda era atender las carencias y necesidades y no se hizo nada, hasta la fecha.

Una lástima con lo que ocurre con el Hospital Civil Dr. Aurelio Valdivieso.

 

¿Qué pasa con los internistas?

Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) enfrentan otro problema más; ahora por los señalamientos de estudiantes y padres de familia de la Universidad Regional del Sureste (URSE), por quedar fuera de espacios de internado que deberían empezar este año.

Resulta que la institución privada asegura a los tutores que no hay espacios de internado para los estudiantes, porque todos ya los tiene cubiertos los SSO, considerando que hay más escuelas y facultades de medicina en Oaxaca.

Las autoridades de la URSE, según los padres de familia, les señalan que solo algunos de sus estudiantes podrán ser beneficiados con el internado, pero otros tendrán que formar parte de un internado “rotatorio”, el cual no cumple con los lineamientos para poder llevarlo a cabo en tiempo y forma.

Los estudiantes acusan a la URSE de fraude y no cumplir como institución de enseñanza, porque no les está asegurando espacios de internado, pese a que supuestamente ya pagaron por los espacios prometidos.

Por esta situación de la que no ha salido a dar la cara ni el rector en turno de la URSE ni la secretaria de salud, Alma Lilia Velasco, decenas de inconformes iniciaron la semana con una serie de protestas, la cual incluyó una manifestación frente al Palacio de Gobierno y un bloqueo a un costado de la Fuente de las 8 regiones.

Lo que sí es un hecho, es que mientras nuestros estudiantes oaxaqueños están sufriendo por un espacio para su internado en alguna unidad hospitalaria, las autoridades estatal y federal sí garantizan plazas para los médicos cubanos.

 

UABJO: NUEVOS TIEMPOS

La UABJO vive nuevos tiempos. Este martes, el rector Cristian Eder Carreño López rindió su informe de actividades y estuvo presente el gobernador Salomón Jara Cruz. Hasta hace unos años, era improbable que esto ocurriera; qué un rector entrara a un edificio de la UABJO. Todo transcurrió en calma. La presencia de Jara en el informe es buena señal para la UABJO, que poco a poco está volviendo a lo suyo: la academia.