En vida, hermano

El pasado 7 de junio, la Asociación de Periodistas de Oaxaca cumplió un año más de vida, 44 años, convirtiéndose en una de las más longevas del país.

Ese día, se realizó una mesa redonda con la participación de destacados periodistas como Soledad Jarquín Edgar, Adrián Ortiz Romero, Humberto Cruz Matías y Antonio Gutiérrez, estudiante oaxaqueño, moderados por Antonio G. Sumano. El tema: El periodismo y la inteligencia artificial.

Enseguida se entregaron sendos reconocimientos a dos de los viejos fundadores de esta Asociación. Al periodista Leandro Hernández Romero y al fotoperiodista, Raúl Castro Illescas.

Para hablar de estos personajes, es cuestión de muchos días, pero lo resumiremos en unas cuantas líneas.

Primero escribiremos sobre un hombre extraordinario y buen amigo, y mejor jefe: Don Leandro Hernández Romero. Oriundo de Zacatepec, Mixes, Leandro abrazó el periodismo, luego de una incursión por el seminario. Leandro se salvó de ser sacerdote o padre, y sí, terminó convertido en padre, pero de sus dos admirables hijos.

¿Quién no ubica a Don Leandro, más conocido por los amigos como LEA?

Muchos. Todos los periodistas. Varios tuvieron la oportunidad de trabajar con él, ya sea en las oficinas de prensa del Gobierno del Estado o de la Cámara de Diputados. Él laboró con varios gobernadores, sabe de la historia de Oaxaca y, por supuesto la historia de esta Asociación. En su larga trayectoria, LEA tuvo la oportunidad de trabajar en el Diario El Día, en la Ciudad de México y aquí, en El Oaxaca Gráfico, de Don Lalo Pimentel.

Con entereza y carácter superó una difícil etapa en su vida, pero aquí lo tenemos, enterito y con mucha voluntad de verter su experiencia a los nóveles comunicadores.

Lector voraz, Don Leandro forma parte también de la Gran Fraternidad Universal y ha ocupado cargos importantes en su pueblo, Zacatepec, Mixes, donde ya fue presidente municipal, nombrado por sus paisanos a través de los usos y costumbres.

Dos horas ante del homenaje, Leandro se hizo presente en la Asociación, con su guelaguetza. Obsequió tres cajas con libros para la biblioteca de la APO, que servirán como consulta de los propios socios, como para las personas que así lo deseen.

Merecido homenaje para Don Leandro por parte de sus compañeros de la APO y de los que no pertenecen a ella, pero que lo conocen y saben de su calidad de ser humano, de su nobleza como periodista y de un buen ciudadano.

Ahora le hablaremos de Don Raúl Castro Illescas. Fotógrafo de profesión, dichararecho por naturaleza, y con una facilidad extraordinaria para hacer amigos.

Raúl nació en Huatusco, Veracruz, y no se sabe por qué nos lo vinieron a dejar a Oaxaca. Bueno, pero ya está con nosotros desde hace muchos años. Él inició su carrera como fotógrafo en El Oaxaca Gráfico y caminó por todas las redacciones de los periódicos que existían en Oaxaca, pero también en las oficinas de comunicación social, tanto del gobierno estatal como el federal.

Muchos comunicadores tuvieron la oportunidad de trabajar con él, lo mismo en periódicos y en oficinas de comunicación social y saben de su calidad de gente, de su capacidad de apoyar al prójimo y de su lealtad por Oaxaca, su segunda patria.

Raúl Castro ha tenido la oportunidad de dirigir la Asociación de Periodistas de Oaxaca en al menos tres ocasiones. Sabe de sus problemas, de sus necesidades. Sabe también de la urgencia de estar unidos para hacer frente a los enemigos de la libertad de expresión.

Es una dicha que nos ha dado la vida de conocer a estos dos grandes amigos, Leandro y Raúl.

Hay una frase muy bonita, no sé de quién es pero dice así: “Los hermanos no siempre son amigos, pero los amigos siempre serán hermanos”. Y de esa calidad son los homenajeados, cuya virtud es ser sencillos y siempre solidarios. Larga vida para ellos.

 

¿OCULTAN CIFRAS?

La inexperiencia e incapacidad de las autoridades de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) ha generado que en diferentes partes del estado se disparen los casos de dengue, sobre todo en las regiones de los Valles Centrales y la Costa.

Ahora que ya se les está saliendo de control, los SSO anuncian la entrega de equipo para fortalecer acciones contra el dengue, el cual ya cobró la vida de una mujer de 54 años de Tuxtepec, anunciado de manera oficial.

Personal del área de vectores aseguran que se tiene un reporte de un segundo deceso en una joven de 24 años, pero de la cual aún no ha sido notificada ni confirmada por la Secretaría de salud federal, la cual desconoce que se están ocultando cifras que evidenciarían el mal actuar de las autoridades.

Las autoridades de salud ponen como excusa que el aumento de casos de dengue se debe a la temprana presencia de las lluvias, pero antes de éstas los trabajadores de vectores ya habían advertido un gran aumento por falta de material, equipo y unidades de motor en buen estado.

Incluso habían asegurado casos de paludismo que las autoridades ocultaron ante la Secretaría de salud federal, así como sucede con los cientos de casos confirmados de dengue que no se han dado a conocer.

Hasta el momento no se han tenido campañas intensas de nebulización en el combate al mosquito transmisor del dengue, pese a que en varias partes de la entidad hay zancudos por doquier y a cualquier hora.

En los próximos meses no dudemos que el estado se posicione entre los primeros con mayor número de casos confirmados y decesos, como ocurrió en 2022 ante el desinterés gubernamental.