La salud, en terapia intensiva
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BARATARIA

La salud, en terapia intensiva

 


Lo que ocurre en grave y debe preocuparnos…

El sector salud de Oaxaca, que engloba a las instituciones del ramo, como lo son los Servicios de Salud de Oaxaca, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores de Oaxaca, entre otros, se encuentran en una terrible crisis: no hay medicamentos, instrumental, ni personal médico y de enfermería especializado y los inmuebles son tan antiguos que asoman hasta las varillas. Tan grave están las cosas, que los pacientes huyen de las unidades hospitalarias.

El caso del profesor jubilado, Jorge Antonio Hernández Fuentes, es uno de ellos, pero además es patético y en verdad que da mucho coraje. El hombre que entregó la mayor parte de su vida educando a niños, tuvo que huir del hospital “Presidente Juárez” del ISSSTE al no recibir la asistencia médica deseada.

Es una historia increíble, que hace realidad una vieja consigna que enarbolaban los maestros de la Sección 22 en sus legendarias marchas: “Si quieres morir, al ISSSTE debes ir”.

Le cuento:

En un video en redes sociales, se muestra a un hombre de la tercera edad, con una vieja bata hospitalaria descolorida, sosteniendo un bote de suero en la mano izquierda, afuera de la unidad hospitalaria. Ahí, dice: “Llegué grave, con mi glucosa, cerca de 400, mi presión arterial también; dolor de cabeza, de cuerpo, con problemas para respirar y me mandaron a una silla, compartiendo el tripié porque, cuando quise ir al baño le tuve que pedir al otro paciente que estaba sentado en otra silla, que me hiciera el favor de acompañarme al baño porque tenía que sacar una muestra y orina. Afortunadamente, el señor podía caminar y fuimos juntos al baño; no hay ni siquiera tripiés y le pedí que por favor, cómo no dormí toda la noche, que me dieran una camilla o una cama y me dijeron que no, que estaba saturado el hospital. Estuve en una silla de fierro por varias horas; lo único que me dicen es que está saturado el hospital y que no hay posibilidades. No hay especialistas, no hay una buena atención porque no hay personal suficiente. Esta es una forma de protesta y responsabilizó al ISSSTE de cualquier situación que pase con mi salud. Me voy a retirar a mi domicilio para que mi familia me lleve con un médico particular porque no puedo estar en esas circunstancias. He reclamado el rembolso de gastos médicos y de medicamentos y el ISSSTE. Dicen que tienen órdenes del Presidente de la República de no pagar los reembolsos”.

Hasta este momento, la delegación del ISSSTE en Oaxaca no ha desmentido al profesor jubilado, lo cual quiere decir que acepta su realidad y que la atención que ofrece a sus derechohabientes es a todas luces pésima. La verdad que es muy triste lo que pasa. Imaginase, si eso le pasa al ISSSTE que es una institución que recibe recursos federales, ahora, ¿cómo estará el Hospital Civil o algún otro hospital comunitario en alguna población alejada?

Pero, para el Gobierno de la 4T estamos tan bien que en breve tendremos un sistema de salud como el de Dinamarca, ha señalado el presidente Andrés Manuel López Obrador. Así como están las cosas, ¿hay que creerle?

En tierra de Benito Juárez no cantamos mal las rancheras. Se adolece de una infraestructura hospitalaria, medicamentos, insumos, personal médico especializado, etc. La llamada reingeniería y la transición al IMSS o al INSABI son promesas que no llegan. Tal parece que están atoradas en manos y sucias negociaciones con el sindicato nacional de salud, pero lo cierto es, que el derecho a la salud no es prioritario, porque a diferencia de otros servicios, la salud no genera ganancias, es pura inversión.

En Oaxaca, nada más para que usted se dé cuenta, qué tan prioritario es el renglón de salud para la primavera oaxaqueña, el equipo de transición al IMSS-Bienestar que están llevando las mesas de trabajo, entre SSO y la Federación, lo encabeza, supuestamente, nada más y nada menos que el activista Flavio Sosa Villavicencio. Sí, el mismo que convulsionó, sin razón alguna a Oaxaca en el 2006. Por supuesto que por ello percibe un buen emolumento, gracias también al compadrazgo que existe entre la izquierda oaxaqueña.

Mientras tanto, en Ixtlán de Juárez, hay un hospital que ya está terminado pero que no ha sido inaugurado. ¿Las causas? Le falta equipamiento, instrumental, médicos y enfermeras. El motivo: supuestamente no hay presupuesto.

Así, en materia de Salud, Oaxaca está en terapia intensiva pues, lamentablemente, es de los estados más pobres y con mayor rezago social, en donde estar sano es un privilegio, porque el derecho a la salud en la práctica no es una realidad. Las cifras no mienten, ahí están las muertes maternas, el porcentaje de vacunación del cuadro básico que está por los suelos; sin medicamentos, ni insumos médicos; una infraestructura hospitalaria obsoleta, que vive de la caridad del mismo pueblo y de las autoridades municipales. Pero, ¿qué tal los funcionarios del sector? Esos siguen saqueando a la institución, valiéndoles madre la salud de los que les dieron el voto.

 

LA MAFIA

Tal pareciera que el exsecretario general de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) y ahora líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Mario Félix Pacheco, no ha tenido el tacto para conocer de cerca la demanda de los sindicatos y solo se toma la foto con su homólogo Omar López y la actual titular de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Alma Lilia Velasco, quien sigue sin conocer cuáles son sus funciones al frente de esta importante dependencia y no se ha tomado la molestia de recorrer las unidades médicas que requieren de atención urgente por falta de médicos, material o equipo.

A esto se suma el fallido INSABI que únicamente fue una dependencia para rellenar y que ahora desaparecerá, generando nuevamente que el personal de salud se mantenga en la incertidumbre ante los próximos cambios que se avecinan.

Sumado a esto se encuentra la falta de atención a la población vulnerable, sobre todo en la cobertura de vacunación, donde se ha demostrado que las enfermedades prevenibles pueden volver a surgir. Anteriormente había una cobertura superior al 90% y ahora las autoridades de salud desconocen o no quieren decir cómo está Oaxaca, sobre todo ante el despido que se dio del personal que ayudaba en la cobertura.

Esta primavera, no es lo que tanto pregonaba en su campaña; aún quedan malos vicios de administraciones pasadas y la gente que no tiene dinero ahora tiene que comprar sus medicinas con lo poco que tienen porque no hay seguridad en materia de salud. Nada es gratis y cobran desde consultas hasta cirugías, mientras que muchos se están haciendo ricos en estos puestos públicos y solo llegaron para sangrar las arcas del Gobierno.