Oaxaca, siempre de pie
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BARATARIA

Oaxaca, siempre de pie

 


Oaxaca cumplió este 25 de abril, 491 años de haber sido elevada de Villa de Antequera a categoría de ciudad; fue en 1532 cuando el rey Carlos V expidió la cédula real que lo acredita como tal.

Ayer, el festejo fue mínimo al que se realizaban en años anteriores, sobre todo en los gobiernos priístas en el que se echaba la casa por la ventana. Eran épocas de bonanza en la cual también se realizaba la inauguración de obras fastuosas.

Ahora, en la administración de Francisco Martínez Neri se nota la falta de recursos pues los tamales y el atole no alcanzaron, aunque sea de prueba, para las personas que acudieron a Las Mañanitas, frente al templo de la Catedral Metropolitana.

Y es que el problema de la basura le ha significado una gran dificultad para el exrector de la UABJO, Martínez Neri. Se calcula que ha gastado más de 70 millones de pesos en el traslado de los desechos a otros estados y municipios alejados de la ciudad de Oaxaca, en donde están recibiendo los desechos orgánicos e inorgánicos.

Y seguirá utilizando más recursos, hasta en tanto no esté construido el Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU) que estará ubicado en San Lorenzo Albarradas, aunque con un abierto rechazo de la Villa de Mitla. Y eso, si se realiza, tardará dos años, como mínimo, para que empiece a funcionar.

Pues Oaxaca cumplió 491 años de ser ciudad bella, pero sufrida. Desde tiempos inmemoriales ha sufrido la destrucción de sus monumentos, lo mismo por la mano del hombre que por sus terremotos, pero sigue de pie, siempre generosa para sus citadinos, como para sus visitantes que, generalmente, quedan maravillados de su clima y de su gente; de sus artesanías y su cultura; de su comida y sus múltiples tradiciones.

Sin embargo, hay quienes quieren verla destruida, diezmada. Son los que pintarrajean sus muros de cantera verde, los que bloquean sus calles sin motivo alguno, los que destrozan sus monumentos o arrojan basura a la vía pública sin esperar el camión que la recoge.

Pero también hay los malos funcionarios que hacen poco por atenderla, por permitir la anarquía y valerse de ella sólo para escalar puestos públicos.

Decenas de personas han ocupado la presidencia municipal sólo para enriquecerse.

Son contados los que han hecho mucho por ella, los que han procurado remozar sus calles, sus mercados, sus parques y jardines; darle los servicios más elementales a las agencias y colonias; la seguridad para todos los ciudadanos. En verdad, son pocos.

En cambio, hay personajes que la han querido, y se han ido a otro plano, dejando honda huella de su amor por una ciudad que le dio cobijo durante el tiempo en que tuvo vida.

Obligado es mencionar al maestro Francisco Toledo que, por cierto, desde su muerte, en cada celebración de Oaxaca como ciudad, no se le ha recordado como se merece, pues su generosidad no tuvo límites.

“Oaxaca es un lugar privilegiado, es un centro de creación, tiene todo un pasado en arqueología prehispánica, colonial, arte popular y la ciudad misma”, dijo el desaparecido pintor juchiteco a Helen Krauze, en una entrevista que esta le realizó, en mayo de 1997.

Y es que Toledo amaba a Oaxaca; dio la vida por ella. Fue subyugado por esta ciudad de historia.

Junto con varios intelectuales oaxaqueños, hasta con un arzobispo y masones, creó el Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca a quienes unió con un solo fin: la preocupación por los problemas existentes en diferentes zonas del Estado. Por ejemplo, el agua, la destrucción de los bosques, los asentamientos irregulares muy cerca de Monte Albán, la venta ilegal de terrenos. Pero también por la defensa de la ciudad.

Así lo dijo con sus propias palabras a la periodista el día en que la entrevistó: “A partir de que nos organizamos, hemos logrado que se respete lo que fue el Convento de Santo Domingo. Había planes para adaptarlo como centro comercial, con todo y estacionamiento. Hemos conseguido que sea un gran centro cultural, con un jardín etno-botánico. Y en relación con Monte Albán, hemos propuesto que se indemnice a la gente que vive en las áreas prohibidas (por decreto), y que se les traslade a otras zonas. Queremos que se construya un gran jardín botánico y viveros que sirvan como valla protectora de la zona arqueológica”.

Pero Toledo concretó muchos proyectos más, que ahora nos recuerda cómo un hombre puede enamorarse de una ciudad y hacer por ella, algo más grande de lo que ya era.

Al cumplir Oaxaca un año más como ciudad, recordemos cómo le hace falta Toledo a esta ciudad, que es destruida bajo complacencia de las autoridades, porque ya no hay voces que la defiendan.

 

¿LAVADO DE DINERO EN SSO?

Ante la incapacidad de responder a los cuestionamientos del líder de la Sección 73 de paludismo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaria de Salud (SNTSA), Jorge Díaz, la titular de los SSO, Alma Lilia Velasco Hernández, no tuvo a bien atender a este comité.

Sin embargo, como es sabido que el líder de la Sección 35, Omar López Sánchez, la puso en el cargo, en la reunión de mesas de trabajo la titular convocó únicamente a esta sección y a la 94, en la que se comenta que se repartieron plazas de base.

Se nota a bien que ella no quiere atender a los demás trabajadores a pesar de que durante la pandemia por Covid-19 fueron los que estuvieron al frente sanitizando las diversas dependencias.

La secretaria no quiere atenderlos por solicitar lo necesario para desarrollar su trabajo y se escuda en los comentarios de sus asesores que únicamente están sangrando al erario del gobierno.

La funcionaria afirma desconocer lo sucedido el pasado 14 de abril, en donde una empresa externa retomó los pagos de las y los trabajadores y algunos no han recibido en su totalidad su salario, como en el hospital Aurelio Valdivieso.

Alma Lilia desconoce que por este hecho puede ser llamada a cuentas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), además de evadir impuestos y cometer delito por lavado de dinero y enajenación de recursos, más los cargos que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) haga a los trabajadores al recibir dos conceptos del pago de sus salarios.