Oaxaca: los niños pobres

Las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) han manifestado, de acuerdo con sus cifras, que hay más de mil 300 millones de personas en todo el mundo que sufren de pobreza en distintas formas.

La cifra es en verdad terrorífica si tomamos en cuenta que esta estadística se origina antes de la pandemia por Covid-19, la cual provocó un aumento bastante considerable de personas pobres en el mundo.

En México, la cifra de personas pobres también se ha disparado, aunque los gobiernos intenten maquillarla u ocultarlas.

La pobreza en la que se debate la entidad oaxaqueña es innegable. El fenómeno existe no sólo en las comunidades rurales sino en la propia ciudad en donde habitan ciudadanos que sólo hacen una comida al día, pero lo peor es cuando son los niños quienes la padecen.

Esos oaxaqueños sufren de hambre, carecen de hogar o si lo tienen, no tienen acceso al agua potable ni a servicios básicos como la salud y la educación.

Hay diversos factores que inciden en la pobreza, pero en el caso de nuestra entidad es la marginación, la falta de empleo, un campo improductivo y el conflicto de las personas desplazadas a causa de diversos problemas que van desde lo religioso, hasta lo político, pasando por los vicios, actualmente muy comunes.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), una persona se encuentra en situación de pobreza cuando presenta al menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades.

En tanto, la pobreza extrema es cuando una persona presenta tres o más carencias sociales y no tiene un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria

A partir de estas definiciones, ¿cuántos miles de oaxaqueños se encuentran en estas características?

El diario Excélsior publicó ayer datos del Coneval sobre la pobreza en 2020, la cual habla de 422 municipios donde el 90% o más de niñas, niños y adolescentes que viven ahí, se encuentran en condiciones de pobreza multidimensional.

Entre ellos, hay 15 municipios, de los cuales, ocho son oaxaqueños, donde 99% de las niñas, niños y adolescentes son pobres.

Por ejemplo, señala el rotativo, en San Francisco Teopan, Oaxaca, el 100% de esta población es pobre; en San Simón Zahuatlán, Oaxaca y en Cochoapa el Grande, Guerrero, el porcentaje es de 99.8 por ciento. Teopan, pertenece a Coixtlahuaca y Zahuatlán a Huajuapan.

En Chanal y San Juan Cancuc, Chiapas, son pobres el 99.6%; en Coicoyán de Las Flores y en San Miguel Tilquiápam, Oaxaca y en Aldama, Chiapas, padece pobreza el 99.5%; en Chalchihuitlán, Chiapas y en San Lucas Camotlán, 99.4% están en la pobreza; en Santa Ana Ateixtlahuaca y en Santiago Amoltepec, estas dos últimas de Oaxaca, y en Chenalhó, Chiapas, el porcentaje es de 99.2%; en Rincón Chamula, 99.1% y en Santiago Tlazoyaltepec, Oaxaca, son pobres 99 por ciento.

Asimismo, hay un grupo de 444 municipios donde el porcentaje de pobreza de niñas, niños y adolescentes oscila entre 80% y 89.9% de la totalidad de ese grupo de población; a ellos se suman 360 municipios donde, entre 70% y 79.9% de las niñas, niños y adolescentes son pobres; en 386 municipios más entre 60 y 69.9% de la población infantil y adolescente fue catalogada en pobreza; mientras que en 347 municipios más la proporción de niñas y niños pobres oscila entre 50 y 59.9 por ciento.

En total, en el país había, en 2020, mil 959 municipios donde 50% o más de la población infantil o adolescente era considerada como pobre; es decir, de los 2 mil 436 municipios de los que se tiene información, sólo en 19.58% hay menos de 50% de las niñas y niños en condiciones de pobreza.

Entre todos los municipios del país, no hay uno sólo con menos de 10% de sus niñas y niños en pobreza y únicamente. En 16 municipios hay entre 10% y 19.9% de niñas y niños pobres.

Estos son San Pedro Garza, con 10.5%; Marín, 13.4%; Benito Juárez, CDMX., 13.5%; Abasolo, 14.8%; Cerralvo, 15%; Higueras, 15.3%; Melchor Ocampo, 15.6%; Gral. Terán, 16.4%; Bachíniva, Chih. 16.5%; San Nicolás de los Garza, 16.9%; Apodaca, 17.8%; Santiago, 18%; Mina, 19.3%; La Cruz, Chih., 19.4%, y Villaldama, N.L., 19.8 por ciento.

Esta realidad muestra las inmensas desigualdades interestatales en el país, pero también intraestatales, pues mientras que en Bachíniva, Chihuahua, el porcentaje de niñas y niños en pobreza es de 16.5%, en Batopilas, de la misma entidad, el indicador es de 94.4%, resultando así el estado con mayor rango de diferencia entre el municipio con el mejor y el peor indicador en este grupo poblacional.

El 21 de julio de 2022, el entonces gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, participó en el foro internacional “Oaxaca y sus avances en el combate a la pobreza” donde informó que  Oaxaca  tenía el porcentaje de pobreza y pobreza extrema “más bajo en su historia”.

“Gracias a este esquema de trabajo, por primera vez Oaxaca se ubicó en el tercer lugar nacional con la mayor disminución del porcentaje de población en situación de pobreza, con una reducción de 6.3 puntos porcentuales, y en segundo lugar nacional, con la mayor reducción de pobreza extrema, con una reducción de 3.6 puntos porcentuales”, enfatizó en esa ocasión.

Hoy las cifras del Coneval nos dicen que las cosas son distintas, que son más municipios oaxaqueños que han entrado en la lista negra de pobreza y donde los niños y adolescentes son quienes la padecen. Un logro de la 4T sería revertirla. ¿Podrá el nuevo gobierno?