Sigue el crimen por falta de vacunas y medicamentos
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BARATARIA

Sigue el crimen por falta de vacunas y medicamentos

 


Criminal es el informe liberado apenas ayer por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) donde reconoce que, para este año, dejó de comprar al menos 28 millones de medicamentos correspondientes a 639 claves. En la primera ronda las compras fueron declaradas desiertas y se esperaba resolver el problema ante la urgencia, el desabasto registrado y la inconformidad ciudadana, pero no ocurrió así.

Y no es ya el reconocimiento que “no hubo” fármacos el año anterior o en periodos previos, que de por sí ello ha costado vidas, sino “que no va a haber” medicinas, insumos, material de curación al menos a corto plazo. La situación se agrava, el panorama y horizonte son negros.

Tras tres años de ahorros, pobreza franciscana y destruir lo construido por otros, además de intentar resolver la crisis mediante las compras consolidadas etcétera, el gobierno de la 4T solo nos confirma que mantendrá el desabasto criminal, que no hay otro calificativo, de fármacos. Y el sombrío diagnóstico es que persistirán ausencia medicamentos para el cáncer; tampoco habrá supositorios de paracetamol, naproxeno (suspensión oral), cápsulas de ácido acetilsalicílico (aspirina), ni materiales como ¡vendas y suturas!, porque no se han comprado.

Los Servicios de Salud de Oaxaca se han sumado a esta Compra Consolidada desde por lo menos, si no nos falla la memoria, 2018. Sin embargo, están “presuntamente implicados” si, ante el desabasto no busca otros mecanismos para allegarse medicamentos y atender a pacientes, enfermedades, tratamientos y las necesidades más apremiantes que aquejan a las y los oaxaqueños. No hacerlo es criminal o los hace cómplices del crimen llamado desatención al Derecho a la Salud que, por desgracia, cuesta vidas.

¿A quién culpar de los tratamientos incompletos o medicinas ausentes? ¿Quién responderá por las muertes por falta de insulina, de insumos para estudios clínicos, de vacunas, de fármacos para atender el cáncer? El sexenio pasado pasaron por los SSO Donato Casas Escamilla, Juan Carlos Márquez Heine, burócratas señalados por presuntos desvíos y malos manejos y Virginia Sánchez Ríos quien, a pesar de ser una enfermera en activo, prefirió nadar de a muertito antes que demandar o exigir apoyo o hacer un mejor uso de recursos para aliviar un poco la precaria salud de los SSO: prefirió la inacción, el silencio y la apatía para administrar, a pesar de conocer, creemos, de primera mano las necesidades, y ello la hace cómplice. Y eso también cuesta vidas.

Desde 2019, EL IMPARCIAL ha reportado de manera recurrente que los SSO no cuentan con las vacunas contra la tuberculosis, el sarampión-rubeolapaperas (triple vírica), ni difteria-tosferina y tétanos (DTaP), entre otras razones por la compra consolidada que mantiene el Gobierno federal.

Sin embargo, ninguno de los burócratas (i)rresponsables movieron un dedo para conseguir por otro lado los faltantes o reforzar el abasto. Era su trabajo y nunca lo hicieron, cobraban por ello, y muy bien.

Ese mismo año se recordaba la falta de dosis triple vírica; en 2019 Oaxaca cumplía ya 24 años Oaxaca sin un solo caso de sarampión, pero aún así la vacuna se debe aplicar.

En Oaxaca, la precaria situación ya ha puesto a prueba a la Primavera Oaxaqueña y tres casos han reprobado a la escurridiza secretaria de Salud de gobierno jarista, Alma Lilia Velasco Hernández, de quien su “hoja de vida” dice que laboró por 15 años en la Mixteca y es médica operativa en municipios de alta y muy alta marginación y durante 7 años en área administrativa. Por ende, debe conocer perfectamente las necesidades, el reto ahora es resolverlas. Pero de inicio, está reprobada.

Y está reprobada porque la inacción de su dependencia, la respuesta tardía a una crisis sanitaria ya costó al menos dos vidas y podría cobrar otra más. Algo se está o se estuvo haciendo mal por años para que los ciudadanos desconfíen acudir a clínicas de los SSO; algo está mal si los médicos de las unidades comunitarias no pueden o no saben dar un diagnóstico oportuno, o no se presentan a trabajar o desatienden su empleo o a sus ciudadanos.

Buscando tapar el boquete dejado por la mordedura de murciélagos a dos niños se movilizaron, casi un mes después, brigadas médicas a Palo de Lima, San Lorenzo Texmelucan, pero la burócrata Velasco Hernández debió esperar señales, confirmación y la llegada de otro burócrata del centro para reaccionar ente los casos de rabia que, a casi un mes, no estaban confirmados.

El otro caso es la reaparición ¡del tétanos! en una niña de tres años que, bien a bien el caso se mantiene incierto ante el informe de la burocracia sanitara de “probable tétanos”

La falta de vacuna para el tétanos tiene los mismos tres años de la pequeña quien se debate por su vida sin esa protección

¿Y quién responde por ello? ¿Quién responderá ante la crisis evidente?

Secretaria de Salud, Alma Lilia Velasco Hernández, ¡póngase las pilas! Pagar su noviciado pone en riesgo y puede costar la vida a las y los oaxaqueños.

 

¡BENDITOS PAISANOS!

Que no es otra cosa, con la inyección creciente, abrumadora de dólares que han enviado a sus familias aquí en su tierra. Solo el año pasado enviaron 20% más billetes verdes que el año anterior. Es histórico el envío de remesas que cuestan sangre sudor y lágrimas de cada uno de los migrantes.

En apenas siete años, de 2016 a 2022 incluidos, duplicaron el monto de remesas que envían a su tierra.

¡Benditos paisanos! que dan de comer a sus familias y a regiones y comunidades enteras en Oaxaca. Esto debe ser una vergüenza para los gobiernos, los burócratas que no pueden generar proyectos o planes para ofrecer empleos y mejores expectativas de vida en la tierra de los hijos oaxaqueños.