¿Empleados de primera?
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BARATARIA

¿Empleados de primera?

 


Manuel Ramírez es egresado de la carrera de Contaduría de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, pero está desempleado. Egresó de la carrera el año pasado y sólo ha tenido empleos temporales. “Mi deseo era emplearme en el gobierno pero no tengo padrino, pues ahí entran puros recomendados”, señala.

Al finalizar la administración pasada, uno de sus conocidos, dice, le ofreció una plaza laboral, nada más que tenía que pagar 600 mil pesos por ella.

“No tengo ni en que caerme muerto, menos para enfrentar un pago así”.

-¿Qué haría si tuviera un cargo en el gobierno? Me aplicaría al cien. Por lo que me cuentan, los salarios son dignos, pero sobre todo las prestaciones. En la iniciativa privada, difícilmente se gana bien. Y si se gana, es porque te explotan al doble-, refiere.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía e Informática, la entidad tiene actualmente 27 mil 022 oaxaqueños sin trabajo de los cuales, 11 mil 633 personas perdieron o terminaron su empleo entre julio y septiembre del año pasado, contra 8 mil 637 que renunció o dejó su empleo, poco menos de un tercio de los desempleados.

Lo cierto es que el desempleo es un jinete del apocalipsis que embiste con fuerza, pues de la noche a la mañana quedan decenas sin empleo, muchos de los cuales son obligados a engrosar las filas del comercio informal. Otros, con menos suerte, a las filas de la delincuencia.

Así, mientras unos anhelan una plaza en el gobierno, y de tenerlo, prometen cuidarlo como la niña de sus ojos, otros se dan el lujo de vivir en la holganza. El caso del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez es patético.

Resulta que a tres años de la pandemia por Covid-19 que obligó a suprimir las actividades presenciales en todas las áreas laborales, en el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez que encabeza Francisco Martínez Neri, gran parte del personal sindicalizado no ha regresado a sus fuentes laborales. ¿Las causas? Temor al contagio por la pandemia.

Uno de los sindicatos más numerosos, que es el del Gobierno del Estado, accedió en común acuerdo con el gobierno estatal el retorno a las actividades, lo cual ocurrió a partir de enero. Conscientes, los empleados decidieron retornar a sus centros de trabajo al considerar que era la hora pues la cifra de contagios por la pandemia ha descendido notablemente, además de que ya se tienen las tres vacunas.

Otro sindicato, el de la Sección 22, uno de los más combativos que se resistían a regresar a las aulas, tuvieron que hacerlo debido a la presión de los padres de familia. Y por fortuna, hasta el momento nada ha pasado.

Luego entonces, ¿cómo es posible que algunos sindicalizados del Ayuntamiento citadino no regresen a laborar y sólo cobren su salario dignamente? ¿Hay en el ayuntamiento citadino, trabajadores de primera o de segunda? O caso, ¿no hay autoridad?

De acuerdo con datos recabados por la reportera de EL IMPARCIAL, El Mejor Diario de Oaxaca, Lisbeth Mejía, actualmente no han regresado a laborar 768 de los 2 mil 643 trabajadores adheridos principalmente a cinco de los seis sindicatos municipales.

El pasado 3 de junio, el Cabildo de la ciudad aprobó por unanimidad el regreso de todo el personal operativo del ayuntamiento adherido a algunos de los seis sindicatos.

El presidente municipal, Francisco Martínez Neri, en esa ocasión, puso a consideración del cabildo este retorno al señalar que la decisión está relacionada con las quejas ciudadanas sobre la desatención ciudadana en los espacios públicos municipales.

La cifra de empleados que siguen sin reincorporarse a sus labores es la sexta parte de toda la plantilla municipal (4 mil 805 empleados, entre sindicalizados y de confianza) y corresponde principalmente a las áreas administrativas.

Resulta admirable y a la vez responsable que sólo el Sindicato Independiente 3 de Marzo tenga a la totalidad de sus adheridos laborando, mientras los otros empleados, de otras áreas, sólo van cada 15 días, al cajero para recoger el dinero que no han devengado.

Sin embargo, en los otros cinco sindicatos hay incluso más de 400 que no se ha regresado a laborar, sin que esto afecte sus prestaciones laborales como el aguinaldo del 2022.

Actualmente, no han querido regresar a laborar 124 trabajadores de los 274 del Sindicato Independiente 12 de Septiembre (cerca de la mitad); 28 de los 36 trabajadores, del Sindicato 2 de febrero; 56 de los 75 adheridos al sindicato de la CROC; 116 de los 131 que integran el Sindicato Libre, y 444 de los 547 que conforman el Sindicato Autónomo.

En diciembre de 2022, el ayuntamiento tuvo que gastar 82 millones 552 mil pesos en aguinaldos para sus 4 mil 805 empleadas y empleados, la mayoría de ellos adheridos a alguno de los seis sindicatos al servicio del municipio: 2 mil 148 empleados de base y 495 suplentes.

Y ni qué decir, del pago que el Ayuntamiento eroga quincenalmente para esos empleados que no se presentan a laborar. ¿Qué hay que hacer en este caso? Mejor: ¿qué tiene o que debe hacer el presidente municipal Francisco Martínez Neri en este caso?

Es bonito recibir dinero sin devengarlo, pero es más digno recibirlo cumpliendo con su responsabilidad el cargo que le fue conferido. No hacerlo, es formar parte de la corrupción, mientras hay miles de oaxaqueños que desean ocupar esas plazas como el caso del joven contador Manuel Ramírez que, por cierto, en diciembre tuvo que aplazar su boda, por falta de recursos.