El cártel del Gol y los Alebrijes
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BARATARIA

El cártel del Gol y los Alebrijes

 


Apenas el viernes pasado, en plena efervescencia e irritación por la eliminación de México en el mundial, en La Mañanera, Andrés Manuel López Obrador recuperó información difundida un año antes respecto al tráfico de jugadores, el uso de recursos público para beneficio privado, la condonación de impuestos a equipos de futbol profesionales, contratos bajo el agua entre equipos y jugadores para evadir impuestos, discriminación y extorsión para debutar a jugadores.

“De rebote” hace referencia dos temas que implican a ese deporte profesional que se practica en Oaxaca: el cobro a padres de jugadores de Alebrijes de Oaxaca para debutarlos en el primer equipo y que el gobierno de Tamaulipas del exgobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, supuestamente desvió recursos del estado para inyectar al equipo de Jaiba Brava, en ese entonces de la familia San Román, dueña también en ese entonces del equipo Alebrijes de Oaxaca.

La información dada a conocer en Palacio Nacional por el periodista Amir Ibrahim y que ha denominado el “Cártel del Gol: Corrupción en el futbol mexicano” fue publicada en agosto de 2021 en el portal informativo El Quintana Roo.

Ibrahim indica que “tenemos documentados más de 50 casos de padres de familia, quienes han pedido el anonimato por miedo a represalias contra sus hijos. Tenemos el ejemplo de Jesús”, quien señala al profesor Gonzalo Román Bolaños de haberle pedido 400 mil pesos, en concepto de “patrocinio”, para debutar a su hijo con el equipo de Alebrijes de Oaxaca”.

Hace 10 años, en diciembre de 2012 se funda la franquicia de Alebrijes de Oaxaca traída por la familia San Román. El antecedente es el Proyecto Tecamachalco, en el Estado de México, del año 2000 y que tuvo un relativo exitoso paso por la segundad división, llegando a la final en 2003 y en finales en la temporada 2011-2012, pero tenía un pero: carecía de estadio y mucho menos instalaciones certificadas por la Federación Mexicana de futbol.

Versiones periodísticas dan cuenta de un personaje clave en el arribo de Alebrijes a Oaxaca bajo el cobijo, la sombra y el apoyo del gobierno del exgobernador Gabino Cué Monteagudo, ese personaje fue su secretario de Administración, Alberto Vargas Varela.

El propietario del equipo Fernando Sanromán Cervantes es dueño de las empresas de limpieza Fejastec, Fireky, Mantenimiento Roc, Cato Servicios, Control Accesos, Corporativo Norsus y Ficot, se señala que algunas de ellas han sido investigadas por las autoridades o utilizaba otras para conseguir contratos como en la Procuraduría General de la República. No está claro qué tipo de contratos tenía en el gobierno de Oaxaca, pero ese sería el único nexo con este estado: los negocios.

Tras su llegada, cada año la familia San Román amagaba con irse de Oaxaca, jugaban en el vetusto e inconcluso estadio Benito Juárez, en Santa María Ixcotel, inaugurado en diciembre de 1987 y, según una ficha técnica, con capacidad para 12 mil 500 espectadores.

Para su construcción, plagada de protestas e irregularidades, el Estado del Instituto Tecnológico de Oaxaca empleó dos años.

El gobierno de Gabino Cué a través de su Secretaría de Administración de Vargas Varela, echó mano de recursos de Fonregión, que debían emplearse para el combate a la pobreza, en un predio de propiedad pública pero para uso, aprovechamiento y negocio privado.

El gobierno del estado aún paga el mantenimiento e incluso la nómina del estadio del Tecnológico de Oaxaca y el uso, venta de cerveza, usufructo del inmueble corrió a cargo de la familia San Román, como hoy de personajes ligados a Zacatepec Siglo XXI sin rendir cuentas a nadie.

La construcción costó 447 millones de pesos y se inauguró el domingo 27 de marzo de 2016 con el encuentro Pumas de la UNAM contra Alebrijes, que perdió 2-1 la escuadra zapoteca. El primer gol fue anotado por el uruguayo Matías Britos, de la UNAM.

Sin duda el gobierno de Oaxaca, de Gabino Cué nunca aclaró las cifras que entregaba a la familia San Román de recursos del estado ni si había empresas o firmas fachada.

Lo que es claro es que muchos de quienes laboraban en el Estadio del Tecnológico de Oaxaca y del equipo de Alebrijes, como ayudantes, utileros, cobraban directamente en la nómina del gobierno del estado. Tampoco nunca se ha señalado el pago de predial, de permisos de venta de cervezas, de boletería o souvenir dentro del estadio.

Con la Jaiba Brava la familia San Román fue beneficiada con recursos públicos por parte de Cabeza de Vaca quien habría destinado 58 millones de pesos anuales de las arcas al equipo local de Tampico-Madero a través de la empresa TM Futbol Club; esta práctica se repitió en Hidalgo donde el gobierno habría destinado 2 mil millones de pesos a financiar al equipo Modelo Pachuca. En el acto estarían involucrados el exprocurador encarcelado Jesús Murillo Karam; el exsecretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, y el exgobernador de la entidad Manuel Ángel Núñez Soto (1999-2005).

En Oaxaca hay un halo de opacidad respecto a la relación establecida por el gobierno del Estado con la franquicia. El nombre pertenece al doctor Julio César Santaella González y por el cual el oaxaqueño no ha recibido remuneración alguna.

Muchas dudas quedan en este caso. La familia San Román determinó en junio de 2019 que la franquicia de Alebrijes sería congelada; Zacatepec Siglo XXI se mudó a Oaxaca. Sobre este grupo también hay dudas.

Y el Cartel del Futbol seguramente está goleando a Oaxaca y a sus aficionados.