El PT y la rebelión de los enanos
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BARATARIA

El PT y la rebelión de los enanos

 


Se le apareció el diablo a Benjamín Robles Montoya, quien era mandamás del Partido del Trabajo en Oaxaca. Un grupo de dirigentes a los que él dio cobijo en el partido que fundara Alberto Anaya, otro cacique político, le jugaron sucio y lo desconocieron como Comisionado Estatal de ese partido. Curioso que la fractura ocurra a unos días del cambio de gobierno. Da la impresión que Salomón Jara quiera iniciar su mandato con líderes nuevos y no con gente desleal como Robles Montoya.

Donde también hay intenciones de limpiar la casa es en el Partido Unidad Popular, que fundara el destacado dirigente, Beto Pazos Ortiz. Ahí ya no quieren a Uriel Díaz Caballero pues ya lleva 12 años en el poder y no ha mostrado eficacia para hacer que ese partido se destaque. ¿Será que el nuevo gobernador quiere a los partidos afines, limpios de polvo y paja?

El cisma en el Partido del Trabajo tomó por sorpresa la clase política. Hasta al mismo Robles Montoya no se enteró de la reunión en la que le dieron machetazo a caballo de espada.

La cosa es que hace unos días, luego de una reunión que él mismo encabezó, el juchiteco Lenin López Nelio dio a conocer que ese partido, a partir de ese momento, ya no tomaba las decisiones de manera unilateral, sino colectiva. Es decir, todo lo contrario a los métodos de mando del michoacano Benjamín Robles Montoya.

Fue muy cuidadoso en señalar que no había ruptura con el actual diputado federal, pero esta era más que evidente, pues habían despojado a Benjamín de todos los cargos.

Seguramente, la gota que derramó el vaso fue la designación de la abogada Edith Santibáñez Bohórquez como titular de la Secretaría del Trabajo. Se afirma que la abogada de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es ahijada de Robles Montoya, por eso abogó por ella ante Jara Cruz para que se incrustara en el gabinete, sin tomarle parecer a nadie del Partido del Trabajo.

Eso indignó a los líderes, entre ellos, a Lenin López Nelio, quienes decidieron revelarse ante esta imposición, que ya es común en el llamado “Cara sucia”.

¿Y quién defendió a Benjamín? Nadie. Nadie lo defendió de la rebelión de los enanos.

Éste, por su parte, con toda la experiencia del mundo, ha comenzado el contrataque. En los noticieros de radio locales, en donde compra espacios a buen precio, Robles Montoya, acusó a elementos de Morena de desestabilizar a su partido.

Despreocupadamente, dijo que ese tipo de ataques no le hacían daño y que él seguía trabajando con las bases.

Fue reiterativo en acusar al Partido Movimiento de Regeneración Nacional de haber provocado este cisma, pero no dio a conocer las identidades de los responsables. Por su puesto que él los tiene identificados.

Soberbio como es, Robles Montoya tiene un oscuro pasado dentro de la política. En Michoacán sirvió al entonces gobernador priísta, Manuel Tinoco Rubí, trabajando al servicio de Juan Antonio Coquet Ramos, famoso por sus intervenciones telefónicas y por haber sido parte de la Dirección Federal de Seguridad, la temible Brigada Blanca. En esa época se hizo famoso por perseguir periodistas a quienes, dicen sus amigos, no tolera pero ni en fotografía.

Desde su llegada a Oaxaca se incrustó en las filas priistas, pero, aseguran, traicionó a quienes le dieron la oportunidad de emplearlo.

Por eso, es probable que Benjamín no deje las filas del Partido del Trabajo porque ha labrado su futuro en esa organización política, luego entonces, urdirá algún plan para ir contra sus adversarios. Recurrirá, seguramente, a los que ayudó a obtener las presidencias municipales o alguna diputación local para echar a los que ahora lo tienen mordiendo el polvo. Hay un asunto que lo obligan a mantenerse en el PT: la gubernatura del estado, cargo que desea ocupar desde que llegó, por primera vez a esta entidad.

Cuenta un reportero que habita en la Ciudad de México que al buscarlo para una entrevista, antes de las elecciones en donde ganó Salomón Jara, Benjamín Robles se ufanó de ser, tarde o temprano, el próximo gobernador de Oaxaca, aunque ahora solo esté buscando la forma de mantenerse en las aguas fangosas, rodeado de pequeños cocodrilos, pero con los dientes bien afilados.

 

EMBESTIDA NORMALISTA

Un empleado del SAT de Oaxaca resultó con quemaduras graves en uno de sus brazos, luego de un ataque de estudiantes normalistas durante la noche en las instalaciones ubicadas en García Vigil, donde por varias horas mantuvieron retenidos a los trabajadores sin la presencia policiaca.

Fue después de esa agresión, de la que se desconoce cuáles fueron los motivos para hacerlo, que las y los trabajadores del SAT pudieron salir del inmueble, donde estuvieron retenidos por varias horas sin la intervención de alguna autoridad para garantizar su integridad física.

Aunque los trabajadores del SAT aseguraron que interpondrán denuncias contra este grupo de vándalos, quienes se sienten protegidos por su movimiento y la Sección 22 del magisterio oaxaqueño, veremos si las autoridades podrán hacer algo o solo quedará como una agresión más de los normalistas a la ciudadanía.

Desde hace varios días, los estudiantes normalistas iniciaron una serie de movilizaciones en la capital oaxaqueña, sin que las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO) decidan frenarlos y evitar conatos de violencia como sucedió la noche del miércoles en el SAT.

No es nada extraño que los cuerpos de seguridad decidan no actuar contra estos estudiantes y permitirles continuar con sus acciones de protesta, de las cuales solo se realizan para garantizar su aprobación de materias y obtener plazas de manera automática.

Los normalistas decidieron aprovechar este mes para realizar sus protestas ante el cambio de gobierno, porque saben que las instancias de seguridad están más preocupadas por la rendición de cuentas que en frenar las movilizaciones de la CENEO.