Neri, el trienio de un año
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BARATARIA

Neri, el trienio de un año

 


El gobierno municipal de Oaxaca de Juárez que preside Francisco Martínez Neri ya alcanzó en desatinos y desaciertos al de su antecesor, Oswaldo García Jarquín, y aún no cumple un año. Se ha transformado en un zombi político, un atrapado sin salida, como resultado del desgaste y la exhibición de incapacidad que lo ha colocado el gran problema sanitario a causa de la crisis de basura.

Francisco Martínez Neri ha sido presa de su incapacidad y la de su cabildo; de la falta de solidaridad de los municipios conurbados que afrontan el mismo problema (muchos de ellos de sello morenista); abandonado y dejado a su suerte (por conveniencia y /o poliltización) por el gobierno estatal, en la orfandad por parte del gobierno entrante y víctima del canibalismo político al interior del ayuntamiento, de su propio partido y de quienes deberían solidarizarse o al menos no echar más leña al fuego, además de que figuras de administraciones municipales previas se lamen los bigotes con la frase “los que iban a salvar a la ciudad”. Su carrera política está al borde del abismo, sin duda.

En otras situaciones, épocas o países el presidente municipal ya hubiera presentado su renuncia o “alguien” lo hubiera separado del cargo con cualquier pretexto luego de su “actuación” en lo que es verdaderamente un problema de salud pública ha situado un severo riesgo para la población; a ello debemos sumar las muestras de falta de liderazgo, ideas y proyectos para afrontar este que no es un problema menor, pero es ahí donde se forjan los estadistas y los líderes. No puede ni liderar a su primer círculo. Y sus “respuestas” han sido dar palos de ciego “aconsejado” por quienes carecen de soluciones o experiencia en el servicio público.

A la administración municipal de Oaxaca de Juárez le restan dos años; gozó de una corta, muy corta luna de miel pero, desde el primer momento, fue presa del golpeteo político gestado por sus propias pifias. ¿Ya terminó su administración? Al parecer sí, aunque resten dos años. Desgastado, sin autoridad moral, sin las estrellas de su lado, palancas ni apoyos políticos ¿Qué hará en los próximos 24 meses para solucionar asuntos ingentes como el ambulantaje, infraestructura urbana, construcción de obras en beneficio de colonias capitalinas y muchos temas pendientes?

Neri tampoco cuenta con la sombra protectora, por ejemplo, de su partido, del gobierno electo, o de simpatizantes morenistas. Ayer el gobernador morenista de Puebla, el Nene Consentido, Miguel Barbosa, sin estar bien informado, expresó que rechazaría recibir la basura de Oaxaca, “aunque el intermediario fuera una empresa particular”. Nuevo problema en ciernes.

Sin ir más lejos, ha sido blanco, incluso, del “fuego amigo” de la administración anterior y de los priistas que lo ven como un suculento bocado político, “por eso hay que fijarse cuando elegimos a nuestros líderes” habría dicho el gobernador Murat, y de los morenistas que ven, en su debilidad, la puerta abierta para colocar a uno de sus allegados o marioneta al servicio de alguno o algunos de los clanes que integran ese desfigurado instituto político.

Hagamos un ejercicio de posibles escenarios, querido lectora-lector: solicitud de licencia o renuncia del presidente municipal, ¿a quién beneficiaría? A los priistas pues permitiría exhibir una segunda administración morenista fracasada y “arrobaría” likes o reprobaciones para ese partido en los lejanos comicios de 2025. A “alguien o alguno” del interior del cabildo, pues cumplido un año, podría entrar al quite cualquiera de los regidores, mucho más si cuenta con la bendición jarista. Controlar la capital representa un gran capital político contra cualquier adversario, aunque este adversario se encuentre en el mismo partido.

Asumido el cargo, el nuevo gobierno podría colocar a alguien afín, poner “toda la fuerza del estado” para reabrir el tiradero de Zaachila; comprar o imponer a algún municipio morenista la instalación del nuevo basurero a lo cual no se podrán oponer (como hoy lo impiden) pues sería una “invitación”, orden o determinación de quien dirigirá el estado los próximos seis años y, quien se oponga, se jugará su futuro político, ese que ahora tiene Neri con las cartas marcadas.

En apenas un mes se han ido acumulando un rosario de yerros. Una mentira: dijeron que se contaba con el nuevo predio, han sido herméticos del lugar y precio y, el miércoles le reconocieron a la reportera Lisbeth Mejía que aún no lo tenían “que estaban negociando”. La exhibición del gobernador y de Neri en redes sociales sobre la presunta compra solo sirvió para ganar tiempo.

En verdad ¿ganaron tiempo? NO. Solo acumularon basura en las calles. Llenaron camiones y el Cuartel Inconcluso de desechos. Otra variante. ¿A quién sirve el sindicato 3 de marzo? Gestaron una rebelión so pretexto de demandar un espacio, arrojaron basura en el zócalo, Plaza de la Danza poniendo en gran riesgo sanitario a la población. Quienes eran parte de la solución, se sumaron al problema.

El jueves, a espaldas del municipio, acordaron acondicionar y tirar la basura en el predio (por cierto aún en disputa) de la ex fábrica de Triplay. Se plegaron al gobierno del estado, pero su patrón es el gobierno municipal. Acto seguido, tras la protesta, debieron recoger los desechos bajo la mirada acuciosa de los vecinos de San Juan Chapultepec, azuzados por “líderes” morenistas.

A Neri se le terminó el tiempo para solucionar la crisis de basura y en el municipio. ¿Qué hará en los días y meses por venir? En el municipio le quedan dos años ¿Para qué?