Basura, sombrío horizonte sanitario
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

BARATARIA

Basura, sombrío horizonte sanitario

 


Como todos los asuntos públicos de primordial interés para las y los oaxaqueños, los diversos funcionarios y gobierno solo “administran” los conflictos, sin brindar una solución integral y de fondo para terminar con ellos de una vez por todas, a pesar de que muchas de las demandas o líos son añejos y los (ir)responsables solo pasan la papa caliente a la administración siguiente, a otra dependencia o dejan que el conflicto duerma el sueño de los justos o se pudra, en tanto no reviente. El caso del tiradero municipal es uno de ellos.

La presión de los habitantes de las colonias y asentamientos aledaños a ese lugar ha puesto en jaque a los ayuntamientos, pero sobre todo, a los habitantes de la zona metropolitana. Muchas de esas colonias fueron creadas por organizaciones avaladas, apoyadas por autoridades e, incluso, han sacado provecho de ellas por invasión de predios, por poseer terrenos irregulares y constituirse en reserva para protesta en contra de enemigos políticos. Pero ahora ese no es el punto.

Desde hace lustros, quizá décadas, autoridades municipales habrían ofrecido cerrar, trasladar, sanear o ampliar el tiradero municipal, la solución se ha ido aplazando por falta de voluntad política de los involucrados que van desde dependencias como las secretarías General de Gobierno, de Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable, quizá Conagua, Ecología, los ayuntamientos de Valles Centrales y algunos actores más.

Otro argumento es la falta de dinero, pero también, el que en muchos casos la rehabilitación, traslado o nuevo relleno se ofrecía a sobre precio en que los implicados buscaban llevarse una buena tajada, imponer una empresa o realizarlo con poca transparencia lo cual, si se buscaba fondearlo con dinero federal, hubiera sido imposible. También diversas instituciones, organizaciones ciudadanas han presentado proyectos y fueron desechados.

Y, como dice la canción… “así pasaron los años”.

Y una de las vueltas que dio la vida afrontó a colonos organizados, estemos o no de acuerdo con sus métodos y si son o no justas sus demandas, pero decidieron cerrar el espacio de confinamiento.

Pero también nos enteramos de varios asuntos más. Que por años las autoridades de alrededor de 20 municipios ¡no han pagado! la cuota de alrededor de 6 mil 500 pesos quincenales que se cobra para acceder a arrojar los desechos al tiradero. Todos: Santa Lucía del Camino, San Sebastián Tutla, Santa Cruz Xoxocotlán, San Jacinto Amilpas etc. cobran una cuota de basura de entre 600 a 800 pesos al año, unos más que otros, a los usuarios acompañado de contribuciones como agua, alumbrado público, drenaje, predial o el pago de derechos comerciales.

Entendemos que hay contribuyentes morosos pero ¿qué han hecho una y otra administraciones de la veintena de municipios con el dinero que han recibido? ¿Qué explicaciones pueden dar decenas, cientos de funcionarios que han pasado en estos años por alguno de los ayuntamientos. Deben haber sido miles de pesos los involucrados al paso de los años. ¿Dónde están?

Esa deuda es uno de los motivos para que solo 5 municipios puedan acceder al tiradero: San Bartolo Coyotepec, Oaxaca de Juárez, San Martín Ticaljete, Santa María Coyotepec y Zaachila. ¿Y el resto?

Los morosos ahora piden una prórroga a ese cierre parcial. Cabe preguntar: ¿qué harán en los siguientes días para dar solución al asunto? Un relleno sanitario no se planea, proyecta ni ejecuta de la noche a la mañana, es cierto, requiere de tiempo. La Secretaría General de Gobierno, a cargo de Francisco Javier García López, a la que siempre le revientan los problemas, no ha dicho “esta boca es mía” para sentarse a negociar con los inconformes que, ahora sí, se han mostrado inflexibles. Por esa vía el gobierno del estado no ofrecerá una solución integral, a lo más que puede aspirar es a ganar tiempo para que la solución la brinde en gobierno jarista; total, ellos ya se van.

Por el lado de los municipios, tienen un puñal en la garganta. Este problema se los delegaron, también es cierto, pero deben ofrecer una solución rápida, integral. Incluso, si apretamos un poquito, llamar a cuentas, conocer el por qué no se pagaban las cuotas para acceder al basurero de Zaachila. No emplear los recursos para lo cual se recolectan o se destinan, recordemos, también es corrupción, y ahí están las consecuencias.

La crisis de la basura ya está aquí, sin duda, lo mejor es ganar tiempo para, ahora sí, invertir y buscar una solución integral, a largo plazo. La basura en las calles de situaciones anteriores apenas es una probadita de lo que se avizora, semanas, meses con desechos al aire libre, una verdadera crisis ambiental, como si no tuviéramos suficiente con la pandemia, viruela del mono o problemas gastrointestinales, males directamente ligados a la sanidad pública. No queremos ser catastrofistas, pero Oaxaca podría afrontar un gran problema de salud pública resultado de la inacción, negligencia y opacidad de nuestros gobernantes.

¡Qué miedo!

 

POS DATA

Y ahora los municipios quieren “involucrar” o echar la bolita a los ciudadanos. Nunca han impulsado un programa de separación de desechos. Solo algún municipio como Huayapam o El Tule lo han realizado. En Oaxaca de Juárez tiene apenas unos días el “programa piloto” que se lleva a cabo en Jalatlaco ¿y el resto? “Separen basura, eviten dejarla en la calle” es ahora la arenga, cuando la disposición de desechos nunca ha sido prioridad de los funcionarios a cargo de este problema toral quienes, dicho sea de paso, muchos de ellos están ahí en retribución a sus apoyos en campaña, no porque sean biólogos, urbanistas o trabajadores sanitarios, no, simplemente matraqueros.