Los médicos no tienen derecho a enfermarse   
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Aguila Mexicana

Los médicos no tienen derecho a enfermarse   

 


Son merecedores de todo el reconocimiento social las y los médicos, los y las enfermeras, así como todos los trabajadores al servicio de la salud; conocemos las actuales circunstancias que atraviesa la humanidad, nadie quiere enfermarse, todos queremos estar bien, los médicos no son la excepción, sin embargo su conciencia profesional les hace saberse conocedores de que ese es un lujo que no se pueden dar, porque ellos saben perfectamente que la humanidad solo cuenta con ellos en momentos como éstos.

Y ahí están, entregándolo todo, exponiendo su salud y a sus familias, regalando su tiempo, su trabajo e incluso su amor humanitario, ellos saben que no son bien pagados, que sus derechos laborales suelen esfumarse cuando los necesitan y además están dispuestos a continuar su labor a pesar las circunstancias de trabajo donde en muchas ocasiones no cuentan con material de curación o espacios adecuados para atender a la población.

Los Derechos humanos los protege, La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos los protege, la Ley Federal del Trabajo los protege, la Carta de los Derechos de los Médicos los protege, pero esto solo es jurídicamente porque en temas de salud solo ellos mismos pueden protegerse entre sí.

En muchas ocasiones he escuchado casos donde incluso se les llega a decir “mata sanos”, esta frase al ser escuchada por un médico puede ser desalentadora porque es una frase que los aleja de una realidad con la que algún día como estudiantes de medicina soñaron, aquella donde solo hacían el bien curando enfermos.

No importaban los desvelos, las trasnochadas de lectura intensa para pasar aquellos exámenes, el dejar pasar una fiesta para estar con los más valorados amigos, el sueño era curar a la gente, el sueño era recibir el honor social de ser médicos.

En algunas ocasiones durante cirugías extenuantes deben batallar contra su propio sueño, deben entregar la vida misma que se les va entre paciente y paciente y los tiempos actuales no son la excepción, el personal de la salud se encuentra capacitándose ante la contingencia actual, probablemente algunos con temor por lo que tienen que enfrentar, pero ellos saben que no tienen derecho de enfermarse y no es que no lo tengan, ellos saben que no se lo pueden dar porque la responsabilidad es primero.

Hay algo que los motiva a continuar, puede ser ese juramento que alguna vez hicieron, el juramento hipocrático en donde se entregan al objetivo de llevar el bien a los enfermos pero a mí me parece que va más allá de esto, es la humanidad intrínseca que está plasmada en su ser, su humanidad que aflora entre pandémicas enfermedades, bacterias, virus, fracturados, parturientas y moribundos.

Les deberíamos agradecer diario por dedicarse a ésta profesión, porque solo ellos saben lo que se estudia y lo que se sacrifica para ser médico, solo ellos saben los esfuerzos que incluso se hacen extensivos a sus familiares para que ellos se dediquen sin duda a la labor más noble de todas, ya que ellos atienden a la humanidad en su estado más frágil y vulnerable.

En especial hoy y en estos tiempos estoy segura que los agradecimientos que estoy expresando es la voz de mucha gente que sabe que un día ingresó a un hospital enfermo y salió completamente recuperado, por eso queridos médicos les damos las gracias, ¡muchas gracias! ¡infinitas gracias!