El dinero de tu pensión  está en peligro
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Opinión

El dinero de tu pensión  está en peligro

 


La parte más débil de las finanzas públicas es justo el sistema de pensiones. Para nadie es un secreto que los sistemas internos de los gobiernos estatales y municipales están “quebrados”. En el esquema piramidal anterior, la mayoritaria población económicamente activa joven sostenía las pensiones de la población minoritaria que, por su antigüedad laboral, no precisamente por la edad, se jubilaba. El régimen de 1973 contempla un mínimo de 500 semanas de cotización para obtener una pensión de vejez vitalicia, calculada a través del promedio del salario de los últimos cinco años de cotización. Este sistema funcionó sin problema hasta la década de los noventa. 

Sin embargo, la pirámide poblacional se invirtió. La población económicamente activa joven se volvió minoría y la población con derecho a jubilación se convirtió en mayoría. Al no haberse previsto este escenario, es decir, irresponsablemente no se provisionaron los fondos necesarios para cubrir estas obligaciones por parte del Estado; por el contrario, el gobierno dilapidó los recursos destinados para las jubilaciones, por ejemplo, en construir un estadio de béisbol. El pago de las jubilaciones se volvió un barril sin fondo y en un “dolor de cabeza” para las finanzas públicas.

Para dar solución a este problema, las modificaciones de 1997, consideraron la creación de cuentas individuales administradas por instituciones financieras especializadas. Estas instituciones son las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro o Afores. Las Afores son entidades financieras dedicadas de manera exclusiva y profesional a administrar las cuentas individuales de ahorro para el retiro de los trabajadores las cuales deben contar con la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y están sujetas a la regulación de la Consar. En las Afores, cada uno de los trabajadores tiene una cuenta individual que es personal y única. En dicha cuenta, a lo largo de la vida laboral de cada trabajador se acumulan los recursos (cuotas y aportaciones) que realiza periódicamente el patrón, el gobierno y el propio trabajador. Dichas aportaciones se calculan con base en el salario base de cotización, hasta un tope máximo de 23 salarios mínimos. Cada Afore se subdivide en cuatro subcuentas. Todo el dinero generado por estas aportaciones es invertido por las Afores en Sociedades de Inversión Especializadas para el Retiro (Siefores), con el objetivo de generar rendimientos. Existen 3 tipos de Siefores que diversifican el riesgo según el rango de edad del trabajador

Con la reforma de 2007, también se incorporó al esquema de cuentas individuales administradas por las afores, quienes cotizan bajo la Ley del Issste.

Los dos regímenes se diferencian en las modalidades de retiro que ofrecen, ya que mientras el de 1973 garantiza una pensión hasta el final de la vida del trabajador; el de 1997, en la mayoría de casos garantiza un ingreso por cierto periodo, según lo que se haya ahorrado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presentó el 5 de febrero pasado un paquete de iniciativas, en el que se incluye una reforma sobre las pensiones. En el discurso, la reforma busca que los trabajadores se retiren con el 100 por ciento de su último salario, ya que con el esquema anterior solo podrían retirarse con el 40% de su salario. El salario máximo para jubilarse propuesto en el proyecto sería de 16 mil 777 pesos, que sería el sueldo promedio del IMSS hasta 2023.

En días pasados, la bancada de Morena en la Cámara de Diputados propuso adicionar una fuente más de financiamiento para el Fondo de Pensiones para el Bienestar: los recursos de las Afores cuyo titular haya cumplido 70 años y que no hayan sido reclamados. Lo mismo se plantea en la iniciativa con los recursos de las cuentas del Infonavit y del ISSSTE que no hayan sido reclamados a partir de los 70 y 75 años de edad del cuentahabiente, respectivamente.

Una propuesta de este tipo y en este momento, con tanta insistencia y premura, se toma como electorera; por un lado, pretende atraer votos al partido en el poder, pero por el otro, ha causado la suspicacia que se pretende regresar al modelo anterior a cargo del Estado, y peor aún, como una medida que abre la puerta para que se autorice al gobierno a utilizar el dinero de las cuentas individuales de las Afores para financiar el gasto público. Esto nos lleva a concluir: El dinero de tu pensión está en peligro.

 

X: @aguilargvictorm