La transparencia y la cultura del secreto gubernamental (Primera parte)
ANA MARÍA S. CRUZ VASCONCELOS
En la historia de la humanidad se ha tenido como principio fundamental de la democracia la libertad de expresión, es un baluarte de todas las civilizaciones, cuya conquista ha sido el triunfo contra el antiguo régimen y el absolutismo. De la libertad de pensamiento y de expresión deviene el derecho a la información, a recibir información veraz de los medios de comunicación y a investigar y conocer la información gubernamental.
El derecho a la información y la transparencia ha evolucionado significativamente en México, especialmente con la influencia del Grupo Oaxaca y la reforma constitucional.
El derecho a la información se reconoció por primera vez en la Constitución mexicana en 1977, pero fue hasta la reforma de 2002 cuando se estableció como un derecho humano. Esta reforma fue impulsada por el Grupo Oaxaca, una coalición de periodistas y académicos comprometidos con la transparencia.
El Grupo Oaxaca jugó un papel crucial en la reforma del artículo 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) sobre el derecho a la información y la transparencia gubernamental. Este grupo heterogéneo de periodistas y académicos aprovechó la coyuntura que ofrecía la llegada al poder de un presidente no surgido del PRI para luchar por dotar a los ciudadanos del acceso a la información.
El Grupo Oaxaca tuvo una incidencia significativa en la agenda pública para introducir la Ley Federal de Acceso a la Información Pública en México. Se identifican diferentes fases de acción en la participación de este Grupo: a) delimitación temática y cabildeo interno; b) posicionamiento temático y elaboración del proyecto; c) gestión pública del proyecto y relaciones con el gobierno; d) incidencia en la agenda parlamentaria.
En junio de 2002, el Congreso de la Unión aprobó la Ley Federal de Transparencia Pública Gubernamental, que complementaba el artículo 6 de la Constitución referente al derecho a la información. Esta ley permitió a los ciudadanos solicitar al Gobierno federal y a distintos sujetos obligados información, datos y documentos que han sido pagados con dinero público.
Sin embargo, a pesar de estos avances, la cultura del secreto persiste en la administración pública. La falta de transparencia y rendición de cuentas sigue siendo un problema, actualmente en los tres niveles: federal, estatal y municipal.
La reforma constitucional de 2013 buscó abordar estos desafíos al establecer el Sistema Nacional de Transparencia y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). A pesar de estos esfuerzos, la implementación ha sido desigual y la cultura del secreto gubernamental sigue siendo un obstáculo.
En conclusión, aunque se han logrado avances significativos en el derecho a la información y la transparencia en México, todavía queda mucho por hacer. Es necesario un compromiso continuo para superar la cultura del secreto y promover una administración pública abierta y transparente.
Por último, aunque se han logrado avances significativos en el derecho a la información y la transparencia en México, todavía queda mucho por hacer. Es necesario un compromiso continuo para superar la cultura del secreto gubernamental y promover una administración pública abierta y transparente.
