En la reciente historia de este país, -que dentro de un año cumplirá dos siglos de existencia-, en el periodo llamado “independiente”, el sistema educativo ha tenido objetivos muy claros y precisos. La SEP fue creada para desaparecer las lenguas indígenas, y con ello, sus culturas ancestrales. Y, en segundo lugar, extraer a la población rural al ámbito urbano, para que las nuevas empresas pudieran contar con empleados, obreros y dependientes, para trabajar en fábricas, empresas y comercios, que se estaban formado en algunas ciudades del país. Acabar con la civilización Madre y poseer una inmensa clase trabajadora que empezará a generar riqueza a los dueños del dinero. En cien años la SEP ha cumplido eficientemente con sus meta-objetivos.
La educación que imparte la SEP, desde 1921, es una instrucción para el trabajo. Por cierto, de mala calidad y nada homogénea, en todas las ciudades y comunidades se encuentran escuelas de calidad y otras que están para lamentar. Pero, lo más grave de la educación es que no existe trabajo bien remunerado y con prestaciones. Una familia puede hacer un gran esfuerzo, no solo económico, sino en tiempo y en emoción, desde el jardín de niños, hasta finalizar con una carrera universitaria, para que al final de sus estudios, no encuentre un trabajo digno.
La educación para el trabajo, en general, es muy limitada en sus contenidos, porque, lo más importante es el cómo se aborda el proceso de enseñanza aprendizaje. Los estudiantes que terminan la primaria o la universidad, no saben escribir ni leer correctamente. Esa es la realidad.
Lo menos importante son los libros de texto. Suponiendo sin conceder que un profesor en el aula, desde primaria hasta la universidad, motiva a sus estudiantes, con pasión y responsabilidad, estaremos frente a una educación de calidad, en donde los programas y los libros de texto pasan a segundo lugar, así como la infraestructura material. Los buenos profesores, desde 1921, encuentran la eficiencia en su trabajo a través de sus capacidades y saberes personales. Lo que nos lleva a advertir que la capacitación del profesor es mucho más importante que el libro de texto. Se necesitaría una reseteada a los profesores de todos los niveles. El punto clave de la mejora de la educación es la capacitación de los docentes.
Sin embargo, la verdad es que se requiere cambiar totalmente a la educación. Que deje de ser una educación para el trabajo, y pase a ser una educación para la vida. Que la nueva escuela mexicana se enfoque al aspecto humano como base y fundamento, a través de los valores y principios que permitan cambiar de actitud, para fortalecer y formar una niñez y juventud, crítica, analítica, fraterna y solidaria. Estudiantes y más adelante profesionistas se formen con una responsabilidad sobre sí mismos, su familia, su comunidad, los seres vivos con los que compartimos el enorme vientre de nuestra Madre Querida.
Ya lo hicimos los anahuacas, porque en el Anahuac se creó el primer sistema de educación obligatorio, público y gratuito, a través de formar “rostros propios y corazones verdaderos” en los estudiantes. Pero pensando con mayor sentido crítico, tal vez, esta educación para el trabajo, está diseñada para tener en el mercado a personas incompetentes que sean solo empleados y consumidores, más nada.
Amable lector, hacemos esta reflexión para invitarlos a pensar y analizar, no solo los libros de texto, que como expuse, realmente son intrascendentes, sino la filosofía de la educación y de sus magros beneficios. La verdad es que, los enemigos de la 4T, lo que buscan es crear un mitote a través de los libros de texto. Los criollos siempre han demostrado su incompetencia, su corrupción y su traición, como esencia de lo que son. Son tan torpes e ignorantes, que ni siquiera pueden estructurar una oposición inteligente, que haga corregir los errores que han cometido. Su oposición es insuficiente y de poco valor. Los insultos y las descalificaciones personales son todo lo que pueden dar. Porque, hasta la fecha, la 4T, no ha tenido una necesaria crítica, que evidencie los errores e inconsistencias.
No todo lo que la 4T hace es bueno ni malo. La oposición es tan poca cosa que, tienen a una botarga de dinosaurio buscando la presidencia. La 4T necesita una oposición de nivel para señalar sus errores, no a través de mentiras, insultos y descalificaciones. Los libros de texto son tan malos como el mismo sistema de educación, pero existen gobernadores que están condenando a los padres de familia a tener que comprar los libros para sus hijos. Educayotl, A.C. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado.
