¿Hacia dónde vamos con los regímenes políticos?
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Opinión

¿Hacia dónde vamos con los regímenes políticos?

 


 

Es justo preguntarnos si ha existido una evolución de nuestros regímenes políticos. Algunos contestarán de inmediato, que desde luego que sí hemos evolucionado políticamente. Existen mejores regímenes políticos que antaño.

¿Ha existido un desarrollo lineal de nuestra vida política? Debemos de contestar que no, algunas etapas de nuestra historia han sido terribles. Cómo no recordar la etapa de la colonización del mundo, de las dos guerras mundiales, de la Guerra Fría, de las revoluciones, de las guerras civiles, de las divisiones en el mundo en Norte y Sur, así como en Occidente y Oriente.

Debemos de afirmar que no ha habido progreso, pero si hemos evolucionado, es decir, los regímenes políticos se han adoptado, unos mejor que otros. La mejor adaptación a los cambios exteriores y de los ambientes habla bien de un régimen político y le permite la maduración institucional. No hay, por tanto, mejores o peores regímenes políticos, sino cuáles se han adaptado mejor a las circunstancias del momento.

Por ejemplo, la regresión populista de los Estados Unidos de Norteamérica con Donald Trump fue terrible para el mundo, no se diga, la dislocación mundial que significa el régimen de Putin en Rusia. Algunos opinan que la transición mexicana hacia la democracia se ha detenido con el régimen político de la Cuarta Transformación en México.

Nadie con sentido común puede afirmar que en América Latina se tiene un progreso de sus regímenes políticos, solo se tiene países que se han adoptado mejor a los cambios del mundo que otros. No hay pues regímenes superiores o inferiores sino los que tienen eficacia en la adaptación a los cambios del mundo.

Se puede hablar de contagio de regímenes políticos, la aparición de estos momentos históricos de regímenes autoritarios y populistas en el mundo parece mucho más a un contagio político que a una evolución política. Por otro lado, se afirma que la humanidad está condenada a este tipo de regímenes políticos, que la democracia ya tiene rendimientos decrecientes, se pone de ejemplo al régimen autoritario chino. El contagio autoritario es parecido al virus pandémico que sufrimos recientemente.

Por otro lado, algunos opinan que la cuestión cultural es importante para tener calidad en el régimen político. Si un pueblo valora el trabajo, los derechos humanos, el orden jurídico, la educación adecuada, el aprendizaje público e individual, la disciplina, la economía eficaz y costumbre de ahorro, las libertades políticas, la participación política, con todo esto tendrá la posibilidad de gozar de un mejor régimen político que un país que no tenga estos indicadores.

En su estudio sobre el Estado absolutista, el historiador Perry Anderson demuestra que la democracia, por la cultura europea, fue más factible que se desarrollara en este continente que en el continente asiático, la cultura resultó vital para ello. En este contexto, dos procesos aparecen: la modernización y la occidentalización.

Se sostiene que los países que se modernizan más rápido que otros, pueden apostar por un desarrollo de su régimen político. Por otro lado, se afirma también, que los valores políticos de occidente son mejores para la institucionalización de un régimen político democrático. Modernización y occidentalización significan más la maduración del modo de producción capitalista que también es una civilización.

La generalización del Sistema de Vida Capitalista, trae consigo la democracia representativa que va sustituyendo a la democracia republicana, que esta significa un grado mayor de buen régimen político es un hecho demostrado.

Tradición, modernización, modernidad, globalización, geopolítica, proximidad, las alternativas del Sur, la descolonización del mundo, el desequilibrio entre los Estados y la economía de mercado, los bloques económicos, sociedades más demandantes, complejidad de las relaciones sociales, el calentamiento global, el desarrollo de las técnicas y de las ciencias, son factores que habría que abordar para explicar un régimen político.

El ascenso de ciertos personajes en el directorio gubernamental, solo se puede explicar por estos fenómenos, no hay de otra.