En las transiciones, ¿cuáles serán los temas prioritarios?
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

En las transiciones, ¿cuáles serán los temas prioritarios?

 


Es evidente que la influencia del mercadeo en la política le está pasando factura a la credibilidad. Cada vez es más frecuente escuchar o leer que el entramado de las decisiones consideradas como importantes carece del soporte de un buen perfil de quien debe de tomarlas.

En la administración de los asuntos públicos no sólo son necesarias las buenas intenciones, tampoco la impronta de las ocurrencias de quien debe decidir. Se requieren diagnósticos que sean útiles para la toma de decisiones, saber cómo o por qué se origina una problemática y cuáles serían las alternativas para su solución y, con toda seguridad, acompañar el diagnóstico del cálculo de un presupuesto requerido. En resumen, qué obras y para qué acciones.

Mucho se critica a los gobiernos por la falta de grandes obras, refiriéndose principalmente a las de infraestructura, argumentando que son las depositarias del legado del gobernante en turno. Pero cuando se piensa así, más bien parece el monumento al ego de quien tuvo la oportunidad de resolver alguno de los problemas que aquejan a la sociedad y tal vez se haya quedado en el intento.

Mientras el sector público no ayude a que la sociedad tenga información con la cual formarse un criterio acerca de la prioridad de las obras que se pueden realizar con los escasos recursos económicos que se poseen, seguiremos en la ruta imprecisa de la gestión gubernamental. El ciudadano por sí sólo no logra identificar la priorización de acciones para mejorar su entorno común, desea que le arreglen su entrada, que mejoren su calle, que haya luz, que diario le llegue el agua, que haya internet gratuito, seguridad en la colonia, servicio de videovigilancia y, además, llegar a la playa en 3 horas y si se puede en menos tiempo, mejor. 

El modelo actual de administración de los asuntos públicos ha hecho hincapié sólo en los derechos, en un afán de mantener la popularidad de quienes se consideran actores políticos, pero poco hace para resaltar que también existen las obligaciones. Ahora más que nunca se requiere construir modelos de corresponsabilidad. Si hoy, después de cuarenta años, el basurero ubicado en las inmediaciones de Zaachila tiene que cerrar porque ya rebasó su capacidad y preverlo no fue importante para ninguna administración porque una obra de ese tipo no es tan popular, ya que nadie va a una ciudad considerada como atractivo turístico a conocer un basurero. Sin embargo, mientras alguien lo resuelve, los ciudadanos decidimos sacar nuestra basura a la calle para que ahí se convierta en el problema de alguien más. Construir un nuevo basurero es tan importante como enseñarnos a tomar medidas para tratar nuestros residuos, acompañadas de sanciones en caso de que no cumplamos con el tramo que nos corresponde. El problema radica en que aprendimos a no acatar disposiciones porque los actores políticos consideran que son medidas antipopulares que ponen en riesgo sus proyectos personales.

En las próximas transiciones de gobierno, en los estados en los que se llevaron a cabo elecciones en este año, ¿cuáles serán los temas relevantes?, sin lugar a dudas dependerá del perfil de quienes acompañen la labor gubernamental.


aa

 

Relacionadas: