Medidas ante la creciente inflación
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Opinión

Medidas ante la creciente inflación

 


La inflación se define como el alza generalizada y sostenida de precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un determinado período de tiempo. Es provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda, y genera una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos. La inflación erosiona el poder adquisitivo, ya que adquirimos menos productos con nuestros ingresos.

Las causas que originan la inflación son variables. Generalmente la inflación es síntoma de una economía acelerada, donde a pesar de los aumentos de precios la economía crece y el empleo aumenta. Sin embargo, el peor escenario es tener una inflación, sin crecimiento y sin empleo. Actualmente nuestra realidad se parece más a esta última opción.

Aunque existe en el mundo una tendencia inflacionaria causada principalmente por la guerra en Ucrania, existen factores internos que aceleran este problema en México.

Actualmente, el principal problema causante de la inflación en México es la delincuencia organizada. Debido a las extorsiones que padecen los productores, la oferta de aguacate, limón, huevo, pollo y otros productos ha disminuido lo cual está provocando aumento de precios. El presidente ha anunciado que no cambiará su política respecto a la atención al tema de seguridad, por lo que tendremos los mismos resultados. En pocas palabras la inflación va para largo.

De acuerdo al INEGI, en la primera quincena de junio de 2022, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 0.49 % respecto a la quincena anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 7.88 por ciento. En la misma quincena de 2021, la inflación quincenal fue de 0.34 % y la anual, de 6.02 por ciento. El índice de precios subyacente incrementó 0.50 % a tasa quincenal y anual 7.47 por ciento. En el mismo periodo, el índice de precios no subyacente subió 0.49 % quincenal y 9.13 % a tasa anual.

Uno de los principales indicadores que se altera con los cambios en la inflación son las tasas de interés. Como consecuencia, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió incrementar en 75 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.75%, con efectos a partir del 24 de junio de 2022.

Esto significa que quienes tengan créditos contratados con tasa variable tenderán a elevarse, por lo que se recomienda liquidarlos o cambiarlos a tasa fija. Las tarjetas de crédito son ejemplo de crédito a tasa variable.

Por otro lado, las tasas de interés altas estimulan el ahorro y desincentivan la inversión directa. Sin embargo, hay que cuidar que las tasas de interés de los instrumentos de ahorro o inversión tengan rendimientos superiores a la inflación.

El acelerado aumento de precios fomenta el consumo. Quien cuenta con un recurso sabe que el ahora puede comprar más que en el futuro.

Esta historia ya la vivió México durante los años setenta y ochenta. Lo que sigue es la exigencia por subir los salarios, lo cual solo aumentaría la presión para aumentar precios. La experiencia nos dice que generar estos círculos viciosos, llamados “espiral inflacionaria” no es la mejor opción para frenar este problema.

Estamos todavía a tiempo de frenar la alta inflación en México. Recordemos que en 1987 la inflación llegó al 159%. En ese entonces la inflación fue contenida por Carlos Salinas de Gortari con medidas que no gustaron; sin embargo, fueron eficaces, y a las cuales el actual presidente todavía critica.

Actualmente, detener la inflación pasa por contener al crimen organizado dando seguridad, además de las personas a la producción. Aumentar la producción de artículos como el aguacate, el limón, el huevo, el pollo o de la industria vinícola, entre otros, tendría impactos directos en reducir drásticamente la inflación en México. La salida fácil sería la importación de estos productos en perjuicio de la planta productiva del país.

Como consumidores lo que nos queda es estirar el gasto familiar, cazar ofertas de productos básicos, que cada día se vuelven inaccesibles, evitar usar crédito a tasa variable, y ahorrar buscando instrumentos con rendimientos superiores a la inflación. Desde el punto de vista político, este asunto debe ser atendido prioritariamente por el gobierno federal. La experiencia enseña que este tema a mediano plazo tiene costos políticos para los gobiernos que no lo solucionan.

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