La Semana en que Dios Desapareció
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Opinión

La Semana en que Dios Desapareció

 


Por Enrique Blanhir 

En el libro de Romanos se nos cuestiona: “Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?”. San Agustín en sus Confesiones asegura que Dios está en todas partes. Battista Montini y Luigi Giussani afirman en su Sentido Religioso que Dios ha querido prolongar su existencia en todo el mundo. 

Así, lo lógico sería pensar que justamente ahora Dios está en todas partes. Pero lo lógico no siempre es lo real, y Dios nos ha abandonado.

Al iniciar la Semana Santa, en San Pedro Jicayán, torturaron, asesinaron y quemaron a una mujer de 42 años. En vísperas de la misma semana, en Tulum, la policía asesinó a Victoria Salazar. El 1 de abril, después de la negligencia de grupo Xcaret que desembocaría en la muerte de un menor, su padre, manifestó que no le querían entregar el cuerpo de su hijo hasta no firmar un perdón en favor del parque Xenses.

Durante nuestra Semana Santa oaxaqueña asesinaron al activista Jaime Jiménez Ruíz, quien participaba en la defensa del Río Verde y se oponía a la construcción de una presa hidroeléctrica en la zona costera del pacífico de Oaxaca. En la época más intercesora y patriarca del año, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca señaló que la Fiscalía del Estado violó los derechos humanos de la familia de Alexander Martínez, quien murió por un disparo que salió del arma de un policía de Acatlán de Pérez Figueroa. 

Ha pasado todo esto, y es inevitable preguntar: ¿Quién está con nosotros? 

Ha pasado todo esto, y es inevitable preguntar: ¿Quién contra todas aquellas personas afectadas?

Es necesario señalar, sí, señalar, porque no es casualidad ni error que las mismas situaciones sigan sucediendo. No es casualidad ni error que las investigaciones no se terminen y que en todas las historias converjan los mismos factores: negligencia, abuso, desigualdad e incompetencia. 

Es necesario señalar, porque en una semana tan convulsa no puede existir un departamento de justicia tan sacudido como el de Oaxaca, donde los elementos de seguridad se encuentran en paro laboral y se sustituye al comisionado de policía, donde la renuncia de Ernesto Salcedo como Secretario de Seguridad Pública es, nada más, el cierre perfecto de una historia titulada como: problema.  

Así han transcurrido los últimos días. Entre la muerte y la resurrección. Lo triste es que los que queremos que resuciten no pueden hacerlo. Lo doloroso es que ellos no han logrado prolongar su existencia en todo el mundo. 

Con todas nuestras iglesias, Dios se olvidó de nosotros. Con toda la feligresía, Dios se olvidó de nosotros. 

Ha pasado todo esto y es inevitable preguntar: ¿Semana Santa?

Ha pasado todo esto y es inevitable preguntar: ¿Dios conoce la Semana Santa? 

Y cuestionamos a Dios, porque al día de hoy, parece ser, que a las autoridades les tiene sin cuidado como cataloguemos las semanas y los días en nuestro calendario.