Se Busca Presidente
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Se Busca Presidente

 


Por: Enrique R. Blanhir

Se busca presidente porque el que teníamos nos ha abandonado. 

Se busca, porque lo hemos perdido. No estamos muy seguros de cuando sucedió, pero ya no lo tenemos con nosotros. Ha sido tan repentino, que muchas veces nos hemos llegado a preguntar si de verdad tuvimos presidente, o todo, absolutamente todo, fue producto de un sueño esperanzador, que por fuerza terminó en lo mismo: sueño y esperanza. 

Nuestro presidente, como cualquier líder de altura, debe tener muchas grandes cualidades, pero ahora y por la premura pedimos solo tres: congruencia, inteligencia y respeto. No queremos, y que quede claro, que nos insulten y que nos dividan, porque el presidente que perdimos ya lo hizo. No queremos, tampoco, que tachen las profesiones y licenciaturas de nadie, porque el anterior ya lo ha hecho.  No queremos, y esto subráyenlo, que confundan la presidencia con el poder desmedido y las sin fronteras, el anterior cometió ese error y se volvió loco. 

Por tratarse de una situación especial, en que como ciudadanos hemos aprendido de nuestros errores, solicitamos, de la manera más atenta, que no se presenten políticos, preferimos seres humanos.

Si usted llega ondeando algún color que ya haya tomado partido, no se moleste, a fuerza y golpe hemos entendido que los colores también se despintan, y que cuando se despintan el pueblo deja de existir. 

Si usted, sea quien sea, ya ha tenido la fortuna de estar en algún cargo público, favor de traer consigo la opinión detallada de cada ciudadano en su encargo. Resaltamos y hacemos hincapié en que no se permiten otros datos que no sean los de la ciudadanía. Por más que califique al pueblo y sus instituciones de mentirosos, corruptos, mediocres o traicioneros, le advertimos que solo le creeremos a él, a el pueblo. 

Advertimos, también, que cualquier candidato será sometido a una evaluación donde se pongan a prueba sus conocimientos de economía y derecho. Para demostrar nuestra buena fe, adjuntamos una de las preguntas: si usted, como presidente, ordenara un acto que viera suspendido sus efectos por mandato judicial, ¿qué haría? 

Por último y con el corazón en la mano, requerimos mucha bondad, mucha humildad y mucho trabajo.

Favor de no tardar demasiado, se sospecha que perdimos a nuestro presidente en el mes de marzo de dos mil veintiuno y en su lugar se ha colocado un sujeto que, al día de hoy, no logramos saber quién es.