Análisis ético político sobre la posible constitución del rizoma en México
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Análisis ético político sobre la posible constitución del rizoma en México

 


Por: Edgar A. Medina Enríquez

Originalmente rizoma es un concepto que pertenece al campo de la botánica, el cual alude a la primera rama que emerge disruptivamente de una semilla y que a posteriori se mezclará indiscriminadamente con las demás ramas nacientes de ésta primera que se mencionó. Si se le pidiera a una persona que derribara un árbol y que sumada a esta acción se le solicitara que extrajera el rizoma de la raíz, arribaríamos a la conclusión que dicha petición es un imposible; ya que esa rama fundante está operativamente activa en la ausencia de la misma. Empero, su presencia es el propio entramado de las ramas subsecuentes que es la entificación de la rama original. Tenemos pues que rizoma es la primera rama-fuerza de una posterior totalidad; pero así mismo es la totalidad conjunta y Complexa (Romero, 2017) de una inmixion subyacente a una imagen continua y discontinua orgánica; que por antonomasia se le ha llamado árbol. Con otras palabras, el rizoma es un ensamble topológico diferencial y biunívoco; constituidor de un entramado lógico orgánico.
Mencionada estructura topológica intenta eliminar las funciones operativa de las figuras de poder mediante el doblez (Deleuze, 2017) del Espacio Euclidiano de tres dimensiones (R3); mejor conocido como espacio cartesiano; el cual es una superficie común. Mencionada acción no es un prurito intelectual, es que todo espacio constituido con las características antes descritas está formado inherentemente por una ley que le organiza. Dicha acción de doblez, entendido como pliegue; se hace operar por la introducción de los números imaginarios: n-1. En ese sentido y en función de los elementos provistos el espacio tiene dos lógicas, a saber 1.- Pasivo: que sería el que acoge y recoge a las “cosas” (Chora) y 2.- Activo: el cual les provee de estabilidad estructural (Thom, 2008). Ahora bien, las elucidaciones antes ofrecidas sobre el concepto que nos convoca a la reflexión nos precipitan a preguntar, ¿Es posible que emerja o que se constituya una comunalidad científica (polis-epistémica) rizomática en México que no deje al margen a la opinión popular (doxa) sino que la incluya y le reconozca como un saber profundamente especializado…. ancestral? En síntesis se considera que por ahora no, ya que al parecer los representantes de las diversas ciencias han exaltado el ímpetu de enaltecer su expertis y episteme; haciendo al margen la constitución diversa que se condensa en cada corpus de todo saber. Mencionada condensación opera desde una función sustantivada, la cual da apariencia de verdad.
Marx decía (González, 2002) que cuando las teorías dan sentido sobre los elementos concretos de la realidad es que hay un fantasma que nubla y opera de manera balsámica y paliativa. En ese sentido las epistemes (Foucault, 1998), a saber psicología, psicoanálisis, economía, política, etc… han constituido espacios que dejan al margen el núcleo de lo político; la res publica. Se piensa que dicho fenómeno se anuda con la lógica imperante del capitalismo, la cual exalta las singularidades. Se identifica pues una polarización, se deja de ser ciervo del Estado para ser ciervo de la Producción y generación de riqueza; así como de los supuestos saberes antes indicados. El sentimiento de servidumbre no es súbito o inédito, sino todo lo contario; me parece que se activa por la conciencia histórica colonial la cual se hace operar por la fuerza de una eficacia simbólica (Strauss, 1995) que se mueve velozmente de manera silenciosa y diacrónica en la superficie del significante hasta conseguir la función sincrónica. Es por ello que la ciencia cobra tanto relieve sobre el demos o ciudadanía mexicana. Pues siguiendo esa línea de pensamiento, tanto el capitalismo, como concepto social imperante; y las epistemes, como garantes del saber; serían figuras fetichizadas.
Si bien la ciencia sirve para generar telescopios, para darle nombre a las células, por ejemplo, y describir constantes; no da cuenta de la condición humana. Pascal señalaba dos tipos de razones: la razón intelectiva, esa que fue nombrada por Kant como pura; y la razón del corazón, la cual no se supedita de ninguna manera a la idea sino viceversa es la idea la que se supedita a esta pasión. En ese sentido parece que la ciencia se ha encargado de deteriorar los sentimientos meta-históricos de los hombres: la vida, la muerte, la pasión, la risa, el llanto, el dolor, el arte, la ética, el amor. Tal vez, como acto de resistencia, valdría regresar a lo Romántico, en el término poético de la palabra y no cursi; y así constituir una ontopóyesis de los mexicanos; cuya semilla está enraizada en nuestra fuente originaria.