Tlatelolco y el México 68
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Opinión

Tlatelolco y el México 68

 


Este 2 de octubre se conmemora el 51 aniversario del movimiento y matanza estudiantil de 1968. Lo que comenzó con una trifulca entre escuelas preparatorias, terminó con el asesinato de jóvenes y demás personas que se dieron cita en aquella Plaza de las Tres Culturas.
El 1 de septiembre de 1968, el entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, durante su informe, expresó lo siguiente: “Hemos sido tolerantes hasta excesos criticados, pero todo tiene un límite…”, con lo cual daba un aviso de la reacción que tomaría el gobierno en turno. En este año, se manifestó el hastío no sólo de la juventud mexicana, sino de toda una generación mundial, inconforme con los patrones y conductas establecidas por el Estado, familias y sociedad.
La revolución juvenil no sólo se tradujo en cambios políticos, sino en otros ámbitos como en la música: “The Beatles”; la moda: fue el tiempo del cabello largo de los jóvenes y del cabello corto de las jovencitas; se exteriorizó el repudio a la Guerra de Vietnam; el movimiento del amor y de la paz, sin soslayar, que fue la década de los sesentas, la que comenzó con la instauración del primer país socialista del continente americano: Cuba.
La juventud de aquellos años anhelaba un gobierno abierto al diálogo, mayor libertad de expresión, lograr la participación en espacios políticos; empero, se toparon con una de las manifestaciones más brutales del periodo denominado: “presidencialismo”, el cual tuvo su base en el poder hegemónico del partido de Estado.
El movimiento del 68, se desarrolló en plena Guerra Fría, contienda bélica que se caracterizó por la imposición de dos ideologías económico-políticas: el capitalismo, encabezado por Estados Unidos de América; el segundo bloque representado por el socialismo y dirigido por la extinta URSS.
Aún cuando no se demostró la existencia de células socialistas en México, el gobierno de Díaz Ordaz, siempre justificó la represión estudiantil, argumentando que facciones internacionales quería desestabilizar la economía y paz social.
Durante el periodo del “presidencialismo”, el titular del Ejecutivo, era la máxima autoridad, por lo que no existía ningún contrapeso que limitara su poder. La figura presidencial se impuso ante los otros dos poderes. Ya ni hablar de los medios de comunicación, porque bastaba una simple advertencia para que éstos se abstuvieran de informar sobre determinado asunto, tal como sucedió en los hechos de Tlatelolco. Los periódicos y noticieros de aquellos años, minimizaron la matanza a unos cuantos muertos.
El movimiento estudiantil mexicano, buscó afanosamente la democratización de los medios de comunicación, espacios donde sus demandas y reclamos se escucharan en los lugares más alejados de México. Sin embargo, la voz de aquella juventud fue segada por el fuego cruzado sostenido entre el “Batallón Olimpia” y el Ejército Mexicano. Las familias que perdieron a cada mujer, hombre, niña, niño en la Plaza de las Tres Culturas, también murieron, porque la oscuridad de la noche no les devolvió los restos inertes de aquellos mártires.
Así llegamos al año 2019, sin saber la cifra oficial de muertos, cadáveres que no son una simple estadística, detrás de ellas y ellos, había una historia de vida que jamás fue contada. A 51 años de aquel movimiento estudiantil, cabría preguntarse: ¿se lograron los anhelos de aquella generación masacrada el 2 de octubre?; ¿México es más democrático?; ¿existe una apertura de los medios de comunicación hacia las minorías? ¿El Estado garantiza el derecho a la información?
Las respuestas las encontraremos en las matanzas del jueves de corpus de 1971; en la desaparición forzada de Radilla Pacheco; la censura de la película: “Rojo Amanecer”, la masacre de Acteal; Atenco; Tlatlaya; Ayotzinapa…
Al final Usted tiene la mejor opinión…

Guion
Este 2 de octubre se conmemora el 51 aniversario del movimiento y matanza estudiantil de 1968. Lo que comenzó con una trifulca entre escuelas preparatorias, terminó con el asesinato de jóvenes y demás personas que se dieron cita en aquella Plaza de las Tres Culturas.
El 1 de septiembre de 1968, el entonces Presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, durante su informe, expresó lo siguiente: “Hemos sido tolerantes hasta excesos criticados, pero todo tiene un límite…”, con lo cual daba un aviso de la reacción que tomaría el gobierno en turno. En este año se manifestó el hastío, no sólo de la juventud mexicana, sino de toda una generación mundial, inconforme con los patrones y conductas establecidas por el Estado, familias y sociedad.
La juventud de aquellos años anhelaba un gobierno abierto al diálogo, mayor libertad de expresión, lograr la participación en espacios políticos; sin embargo, se toparon con una de las manifestaciones más brutales del periodo denominado: “presidencialismo”, el cual tuvo su base en el poder hegemónico del partido de Estado.
Durante el periodo del “presidencialismo”, el titular del Ejecutivo, era la máxima autoridad, por lo que no existía ningún contrapeso que limitara su poder. La figura presidencial se imponía ante los otros dos poderes. Ya ni hablar de los medios de comunicación, porque bastaba una simple advertencia para que éstos se abstuvieran de informar sobre determinado asunto, tal como sucedió en los hechos de Tlatelolco. Los periódicos y noticieros de aquellos años, minimizaron la matanza a unos cuantos muertos.
Así llegamos al año 2019, sin saber la cifra oficial de muertos, cadáveres que no son una simple estadística, detrás de ellas y ellos, había una historia de vida que jamás fue contada. A 51 años de aquel movimiento estudiantil, cabría preguntarse: ¿se lograron los anhelos de aquella generación masacrada el 2 de octubre?; ¿México es más democrático?; ¿existe una apertura de los medios de comunicación hacia las minorías? ¿El Estado garantiza el derecho a la información? Las respuestas las encontraremos en las matanzas del jueves de corpus de 1971; en la desaparición forzada de Radilla Pacheco; la censura de la película: “Rojo Amanecer”, la masacre de Acteal; Atenco; Tlatlaya; Ayotzinapa…
Al final Usted tiene la mejor opinión… soy Eduardo Bizuet, para el imparcial de Oaxaca.

Twitter: @EduardoBizuet