Sufragio Efectivo
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Opinión

Sufragio Efectivo

 


-¿No Reelección?

La reforma llevada a cabo por el Congreso Local de Baja California, que permite la ampliación del mandato de dos a cinco años del gobernador de Morena, Jaime Bonilla Valdez, pone sobre la mesa el debate de la reelección presidencial.
Como lo he comentado en otras ocasiones, la historia, nos ha demostrado que del Río Bravo hasta Argentina, la mayoría de quienes alcanzan el poder político, han anhelado o en su caso realizaron todo lo que estuvo a su alcance para perpetuarse en el mandato. Después de consumada la independencia, acaecida el 27 de septiembre de 1821, Agustín de Iturbide, se proclamó emperador de México, designación que se ejerce de manera vitalicia y hereditaria. Posteriormente, apareció la sombra del tristemente célebre Antonio López de Santa Anna, quien entre 1833 y 1853, ocupó la presidencia de la República en 11 ocasiones.
Años más tarde, Benito Juárez parecía tener la intensión de una reelección indefinida, pero fue Porfirio Díaz quien ocupó la Presidencia de la República durante 30 años a pesar de llegar al cargo con una bandera de “no reelección”. El primer periodo presidencial de Díaz fue de 1877 a 1880, luego “dejó” en la silla presidencial a su compadre y amigo, Manuel “El manco” González (1880-1884), fue durante estos cuatro años, que se modificó la Constitución de 1857 que permitió la reelección presidencial, siempre que no fuera consecutiva, sabemos cómo finalizó El Porfiriato en 1910. Por ello, uno de los postulados de la Revolución Mexicana, fue el principio encabezado por Francisco I. Madero: “Sufragio Efectivo. No Reelección”.
Sin embargo, a pesar de los ríos de sangre vertidos durante la primera revolución del siglo XX, al pueblo mexicano le duró poco el gusto, porque al estilo porfirista, Álvaro Obregón conjuntamente con el entonces presidente Plutarco Elías Calles, mediante la reforma del 22 de enero de 1927, modificaron la Constitución, la cual permitió la reelección por una sola ocasión, siempre y cuando, no fuera para el periodo inmediato. Esta reforma detalló que finalizado el segundo periodo presidencial, quien lo ejerciera estaría incapacitado para volver a ser presidente.
No obstante, una nueva reforma al texto constitucional de 1917 (artículo 83) publicada el 24 de enero de 1928, permitió la reelección por más de un periodo, pero que no fuera consecutiva. En la elección de 1928, Obregón fue electo Presidente para un segundo mandato, sin embargo, fue asesinado en julio del mismo año. A raíz de estos hechos, el 29 de abril de 1933, el artículo 83 de la CPEUM nuevamente fue modificado, para esgrimir tajantemente el principio de “no reelección” absoluta.
Existieron otros presidentes que pretendieron extender su mandato: Miguel Alemán (1946-1952), Luis Echeverría (1970-1976) y Carlos Salinas de Gortari (1989-1994), pero todo quedó en simples rumores que no influyeron en reformas constitucionales; otros quisieron o pretenden perpetuarse por vía conyugal.
Como he explicado, el tabú de la no reelección mexicana se sustenta en un contexto histórico y uno constitucional. Por lo que respecta al segundo, el artículo 83 de la CPEUM determina lo siguiente: “…El ciudadano que haya desempeñado el cargo de presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”.
En estos tiempos de ambición por el poder, cabría recordar la leyenda de George Washington, quien consumada la independencia de las 13 colonias británicas, entregó voluntariamente su espada al Congreso, con la intensión de no dedicarse más a los asuntos políticos, gesto que le valió ser considerado el moderno granjero-soldado romano Cincinnato, así como ser presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, la cual desempeñó en dos períodos.
Hoy en día, se debate el tema de la reelección presidencial para premiar o castigar a un servidor público, tal como sucede en la Unión Americana, sin embargo, la Historia, nos ha dejado claro que una vez que se alcanza el poder resulta muy difícil abandonarlo. ¿Está de acuerdo con la reelección presidencial?
Al final usted tiene la mejor opinión…
Twitter: @EduardoBizuet