La última vez que su familia vio a Andrea Itzel Martínez Castellanos fue durante un convivio religioso en Santiago Suchilquitongo, municipio de la región Valles Centrales de Oaxaca. “Estuvimos papás e hijos y no vi nada extraño. (Andrea) estuvo bien, estuvo contenta, entonces no hay ninguna señal de que ella por voluntad propia haya salido de la casa”, cuenta la madre.
Para Catalina María Castellanos Cruz, la desaparición de su hija, ocurrida la mañana del 17 de enero, no tiene explicación. Como tampoco tiene sustento el que los restos hallados el pasado fin de semana en un paraje de Suchilquitongo sean los de la adolescente de 17 años de edad.
Las prendas encontradas con los restos óseos “no corresponden” a los de Andrea, subraya Catalina, quien ha tenido que transformar su dolor en fortaleza para no desistir en la búsqueda de la estudiante de bachillerato.
No vamos a parar hasta encontrarla, hasta que no haya un resultado de estas muestras, vamos a seguir buscando”, dice la madre a las afueras del Palacio de Gobierno, donde hace unos días se manifestó para exigir el apoyo del gobierno estatal. Y donde este miércoles esperaba que se mantenga el acompañamiento a su caso.
Andrea vestía una chamarra negra, pantalón de mezclilla del mismo color, playera blanca y tenis Converse, eso es lo que recuerda Catalina sobre la última vez que la vieron en aquel convivio.
La familia cree que la desaparición ocurrió al amanecer del día 17, pero ni sus amigos ni compañeros de la escuela parecen saber algo de Andrea. Y las llamadas a su celular no tienen respuesta.
Nadie puede desaparecer sin dejar un rastro, ha dicho la madre en la protesta del sábado, donde otras mujeres y familias exigieron respuestas al recién nombrado fiscal, Bernardo Rodríguez Alamilla, y al gobernador ante las desapariciones y feminicidios.
Buscan indicios que permitan localizar a Andrea Itzel
Catalina se aferra a la idea de una pista, un indicio que les permita localizar a Andrea, aunque reconoce que hay temor por hablar.
Posiblemente alguien vio algo, pero nadie se quiere meter en problemas y a veces ese es el error de las personas, no hablar y permitir que sigan pasando este tipo de actos”.
Fue hasta las 72 horas después de su desaparición cuando la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) emitió la alerta de búsqueda. Es con esa imagen y otras las que la familia y pobladores siguen difundiendo en diversos sitios, y con las que se apoyan para las búsquedas en diversas zonas del valle eteco.
Andrea es una de las 60 niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas en los dos primeros meses de la administración del gobernador Salomón Jara Cruz. En el anterior sexenio, de Alejandro Murat, desaparecieron 2 mil 12 mujeres, de acuerdo con datos de la organización Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca
