Luego de que la semana pasada comerciantes del Istmo de Tehuantepec reportaran un incremento en los precios de pescados y mariscos por la falta de apoyo de diésel por parte de Pemex, los expendedores de la capital afirman que eso no les afectó, simplemente porque Oaxaca no es un productor importante, pues el pescado que ellos venden viene de Chiapas.
“Pásele marchanta”, dice Felipe Plata Martínez, en su negocio ubicado en el mercado Benito Juárez, denominado El Tiburón. La afluencia de la gente es poca pero constante y Felipe, junto a sus empleados, los atienden con carisma.
En el 2018, Oaxaca ocupó el penúltimo lugar de los estados con litorales, del valor de la producción pesquera, con 49 millones 466 mil 100 pesos, sólo superando al estado de Quintana Roo, que tuvo 18 millones 183 mil pesos, de acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
“El problema de Oaxaca es que no produce”, afirma Felipe mientras lava camarones. “Desde el 2006, con el movimiento social, fue cuando las costas del estado dejaron de mandar producto”.
El comerciante asegura que los costos de los pescados y mariscos han aumentado constantemente desde hace cinco años, sin que, al menos en el Mercado Benito Juárez, hayan detectado algún incremento considerable en las últimas semanas”.
“Hay precios para todos los bolsillos, por ejemplo, tenemos filetes desde 60 hasta 250 pesos”, detalla Felipe, sin descuidar o llamar a ninguna persona que camina frente a El Tiburón.
“Tenemos muy buen precio y estamos haciendo lo posible para mantenerlos, y lo bonito del mercado es que se les hacen descuentos y con 100 o 50 pesos ya sale para una comida, aquí los esperamos en el mercado Benito Juárez”.
A una cuadra del mercado, un restaurante dedicado a la venta de pescados y mariscos luce a reventar, y como en los antros, un cadenero cuida que ninguno de las cinco personas que hacen fila esperando un lugar se cuele, “filete de huachinango empanizado a sólo 89 pesos”, se lee en un pizarrón verde en el negocio.
