“Nosotros no quisimos estar en este lugar, la vida, las circunstancias nos trajeron acá”, fue el lamento de una madre de familia que forma parte del Colectivo Oaxaqueño Buscando a los Nuestros, al sumarse esta tarde al Luto Nacional, convocado por colectivos de personas desaparecidas y otras organizaciones civiles, como una forma de expresar el luto que sufren miles de hogares en todo México por la desaparición de alguno de sus seres queridos.
Esta manifestación se llevó a cabo en el Zócalo de Oaxaca, y se sumó a la realizada en diferentes estados de México, con el objetivo de visibilizar el sufrimiento de miles de familias que enfrentan la desaparición de sus seres queridos sin respuestas claras.
Con veladoras encendidas y rodeados de zapatos y pancartas con los nombres de las víctimas, los manifestantes exigieron a las autoridades que se esclarezcan los casos y se tomen acciones reales para frenar esta crisis de desapariciones forzadas en el país.

UN GRITO DE DESESPERACIÓN Y ESPERANZA
“Esta actividad que estamos realizando es porque México está de luto, porque nos estamos dando cuenta de que nuestro país es un panteón clandestino”, señaló una de las madres mientras alzaba la voz por sus hijos desaparecidos.
La frustración y el dolor se reflejaron en su rostro mientras denunciaba la creciente cantidad de fosas clandestinas y campos de exterminio descubiertos en varias partes de México, como el reciente hallazgo en Teuchitlán, Jalisco.
La madre continuó diciendo: “Antes de que pasara lo de mi hijo, yo pensaba que esto no existía en nuestro estado, pero ahora me doy cuenta de que Oaxaca no es la excepción. Estamos viviendo la misma desgracia que otros estados están sufriendo”.
Y con voz quebrada, describió que vivir sin saber el paradero de sus hijos o familiares es una tortura diaria: un “infierno”.

EL HALLAZGO EN EL RANCHO IZAGUIRRE
El lamento de las familias se intensificó después de los recientes descubrimientos en Teuchitlán, Jalisco, donde el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco encontró fosas comunes, crematorios improvisados, y pertenencias personales de personas que presuntamente fueron víctimas del crimen organizado.
El Rancho Izaguirre, presuntamente utilizado durante al menos seis años por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es señalado como un centro de exterminio y adiestramiento criminal.
Las pertenencias encontradas, como ropa y calzado, podrían estar vinculadas a las víctimas que fueron atraídas y secuestradas por los criminales.
Ante estos aterradores hallazgos, la Fiscalía del Estado de Jalisco emitió un comunicado en el que reconoció la existencia de estas actividades ilegales, aunque desmintió que el rancho hubiera sido utilizado como un horno crematorio. Sin embargo, las madres y padres de víctimas sostienen que el lugar fue usado para reclutar, entrenar y exterminar jóvenes, como lo han señalado las investigaciones previas.

LOS COLECTIVOS EXIGEN JUSTICIA
Frente a este panorama, los colectivos de personas desaparecidas se unieron al Luto Nacional. En ciudades como la Ciudad de México, por ejemplo, se organizó una vigilia principal en el Zócalo este 15 de marzo, colocando de igual forma más de 400 pares de zapatos vacíos, que simbolizan el vacío dejado por las personas desaparecidas.
LA URGENTE NECESIDAD DE JUSTICIA
A medida que los hallazgos en Teuchitlán y otros puntos del país siguen poniendo en evidencia la magnitud de la tragedia, los familiares de las víctimas continúan luchando por visibilizar esta crisis y exigir justicia.
El dolor de las madres, padres, hermanos, esposas e hijos no cesa, y su lucha por encontrar respuestas y justicia sigue siendo una prioridad para miles de familias mexicanas que claman por la verdad y el esclarecimiento de las desapariciones en todo México.