El fiscal general de Oaxaca, Rubén Vasconcelos Méndez, afirmó ayer que las denuncias de extorsión en la entidad no reflejan el problema real que se vive, al señalar que de 3 mil llamadas de extorsión en 2017, sólo se iniciaron 51 carpetas de investigación.
El funcionario expuso que el número de carpetas se mantienen abiertas, pero no es un número alto al considerar aquellos casos que no se denuncian.
Destacó que la mayoría de las llamadas de extorsión provienen de otros estados del país, sobre todo del interior de reclusorios.
La mayoría no denuncia cuando las autoridades les explican que los extorsionadores no son de la entidad y generalmente realizan llamadas de manera aleatoria. “Se tranquilizan y deciden no denunciar; por lo tanto, la Fiscalía ya no puede dar seguimiento”, dijo.
Consideró que la ciudadanía debe tener mayor confianza en las autoridades, sobre todo en la Fiscalía General de Oaxaca, que debe actuar en apoyo a las víctimas.
Refirió que hace unos días fue vinculado a proceso una persona por el delito de extorsión telefónica, luego de que la persona afectada continuará con el proceso de denuncia.
De acuerdo a las autoridades, entre las principales modalidades de extorsión telefónica se encuentran las supuestas detenciones de familiares, juegos de fortuna, boletos para rifa o grupos delictivos que piden el depósito de dinero a cambio de no hacerle daño a la persona o la familia.
Aunque algunas se realizan sin amenazas, otras llamadas buscan atemorizar a quienes contestan, sobre todo al señalar que están vigilados y cuentan con información personal de los hijos, padres o hermanos.