El Fondo Guadalupe Musalem llevó a cabo ayer un desayuno solidario en el marco de la campaña de procuración de fondos para el ciclo escolar 2023-2024 y apoyar a decenas de jóvenes estudiantes.
En su intervención, la integrante del Consejo Directivo del FGM, Margarita Dalton Palomo, recordó que el Fondo de becas se creó hace 28 años y desde entonces han picado piedra para apoyar a jóvenes de comunidades indígenas del estado.
Señaló que apoyan en los estudios marcados por una identidad intercultural, con respeto a las lenguas originarias, a la idiosincrasia, a la cultura y las donaciones van directo a las becas de bachillerato y universitarias.
Expuso que conocen las tradiciones de las comunidades indígenas del estado, mismas que respetan, sin embargo, promueven entre las becarias, el empoderamiento femenino y liderazgo comunitario.
Las impulsamos para que puedan integrarse a un cabildo y desde estos espacios puedan efectuar cambios importantes y que detonen el desarrollo de las mujeres y de la propia comunidad”, afirmó.
A su vez, Rosa Esther Rosano Rodríguez, coordinadora del Fondo, manifestó que durante de 27 años han apoyado a unas 181 jóvenes oaxaqueñas a nivel bachillerato y quienes provenían de 82 municipios.
Comentó que la meta para el ciclo 2023 es alcanzar los 3 millones 250 mil pesos para poder apoyar a 25 jóvenes de nivel bachillerato y otras 22 universitarias; “es un aporte mensual económico y programa de acompañamiento académico”.
Rosano dijo que lo largo del curso de los estudios se les brinda a las beneficiarias acompañamiento emocional y social; “nuestro seguimiento no termina con la conclusión de los estudios, porque el proyecto sigue y forman parte de los talleres y creación de redes”.
El Fondo Guadalupe Musalem se ha convertido en una gran familia para ellas y a nosotros nos da mucho gusto poder ser parte de su formación y poder tener grandes liderazgos”, añadió.
Diez graduadas han sido elegidas por sus comunidades para desempeñar cargos de elección popular, en donde incluso han desempeñado puestos directivos y operativos o ejercen cargo público.
Las jóvenes graduadas van abriendo camino en sus comunidades, en sus historias, en sus espacios privados, ya sea en el ámbito personal o familiar y contribuyen a transformar sus realidades a favor de los derechos de las mujeres”, concluyó.
