Debido a la intolerancia religiosa que persiste en varias comunidades indígenas del estado de Oaxaca, decenas de familias han sido desplazadas y violentadas de sus derechos humanos como ocurre en el municipio de San Lorenzo Pápalo, en la región Cañada.
Desde el pasado 10 de noviembre de 2022, la asamblea general de la comunidad determinó dejar sin servicios básicos a cinco familias que profesan la religión cristiana, esto, supuestamente, por no apoyar con las fiestas patronales en honor al Santo Patrono San Lorenzo.
Víctor Estrada Peralta, uno de los afectados, denunció que, por años, como ciudadanos han colaborado para las festividades católicas de la comunidad, pero al solicitar apoyo como cristianos en ningún momento se les apoya para realizar sus actividades religiosas.
Explicó que, por esta situación, durante las festividades de las fiestas patronales que se celebran en San Lorenzo Pápalo, decidieron ya no aportar para dicha festividad, lo que generó la molestia de los católicos para dejarlos sin servicios básicos.
Actualmente, las familias afectadas viven sin energía eléctrica; además, denunciaron que sus cultivos como maíz, frijol y todo lo que siembran en sus parcelas, fueron destruidos y les quitaron el derecho de recibir atención médica en la comunidad.
De esta manera, solicitaron la intervención de las autoridades estatales, así como del Gobierno Federal y de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), para evitar que se violenten sus derechos fundamentales.
Según datos de la Secretaría de Gobernación de Oaxaca, en toda la entidad persisten al menos 27 conflictos de carácter religioso, de los cuales 11 se encuentran en las comunidades de la región de la Costa; 9, en el Istmo; 1, en el Papaloapan; 9, en la Sierra Norte; 1, en la Sierra Sur; 29, en los Valles Centrales y 1, en la Cañada.
Las familias afectadas en San Lorenzo Pápalo también solicitaron la intervención del gobernador Salomón Jara Cruz, así como del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que a la fecha se mantienen sin los servicios básicos y temen ser agredidos.
