Conquistar el océano Atlántico y plasmar nuevas historias, son las apuestas de la oaxaqueña Jimena Sarmiento, quien acompañada de su pequeña hija y una tripulación conformada por otra madre y personas de la comunidad LGBT+ surcará las olas en una travesía de varios meses a bordo del velero Ma’naxaa.
A partir de agosto, Jimena Sarmiento se adentrará en las aguas del océano Atlántico para cruzar desde las costas europeas hacia África, el Caribe y América Latina y de regreso a Europa.
Vestida con un huipil tradicional del Istmo de Tehuantepec y desde la ciudad de Oaxaca, la capitana del velero Ma’naxaa describe esta vuelta al Atlántico como una aventura con nuevos significados: la conquista de la ruta que hace siglos emprendieron los europeos para llegar a las tierras de lo que ahora son México y América Latina y el repensarse como mujer y madre.
Siempre pensaba que el mar no era un lugar para mujeres, que no era un lugar para oaxaqueños o mexicanos”, cuenta Jimena previo a su partida y sobre una de las razones para aprender de navegación.
Es, dice, “la voluntad de ocupar espacios que históricamente no eran nuestros y de querer hacer ese trayecto de la vuelta del Atlántico que tiene mucho que ver con el trayecto de Cristóbal Colón… Es la voluntad de reapropiárselo, escribir la historia de manera diferente, escribir otras historias”.
Con 32 años de edad, feminista y de formación socióloga, Jimena trabajó en el Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Tras esa etapa, volvió a su casa en Puerto Escondido, en su estado natal, donde conoció la leyenda de una mujer mixteca que logró escapar de los corsarios en el siglo XVI y por la que se dio el nombre a la bahía de la mujer oculta y ahora bahía de La Escondida.

La historia de aquella “mujer oculta”, ligada al nombre de Puerto Escondido, y su amor por el mar, reforzaron su interés en la navegación y este trayecto por el que viajará nuevamente hacia Europa.
Como oaxaqueños no tenemos muchas historias sobre el mar, las olas son algo a lo que nos enseñan a tenerle miedo y con mucha razón porque las olas de nuestras costas son muy peligrosas”, reconoce la capitana, quien también vivió algunos años en Francia”.
En ese país, a diferencia de México, conoció muchas historias sobre el mar, de piratería, de atravesar el Atlántico, historias “que tienen que ver mucho con la conquista”. Pero también las de mujeres piratas poco conocidas como Ching Shih.
En el mar hay muchas historias de mujeres que salen de lo común, pero que no se han contado mucho”.
Cruzar el Atlántico es también un reto con el que Jimena quiere poner el alto el nombre de Oaxaca, pues hasta ahora no ha sabido de algún oaxaqueño u oaxaqueña que haya hecho esta travesía.
El viaje fue planeado desde hace varios años, cuando aún no era mamá. Sin embargo, se concretará junto con su hija y una tripulación diversa. Tres personas, incluida ella, a tiempo completo, y otras más por menor tiempo en las escalas que se realicen por los países en los que toquen tierra.
Esto es una aventura que consideramos muy política en el sentido de que somos dos mamás, van los hijos y probablemente nos tardemos mucho porque la prioridad es hacia los nenes. Pero es un viaje totalmente diferente también para reapropiar espacios como mujer mexicana, como mamá … Está ese bordado tan conocido que decía: ‘el punk no ha muerto, son las mamás’. Efectivamente, pienso que es una aventura tan grande y que aunque hemos normalizado que muchas mujeres son mamás, el qué significa ser mamá también es parte de lo que queremos explorar”.
La travesía de Jimena y su tripulación a bordo del Ma’naxaa (que del mixteco al español se traduce como “sueño nuevo”) iniciará el 1 de agosto y se estima que concluya en mayo o junio del 2025. El velero de 42 pies de eslora (casi 14 metros de largo) se desplazará únicamente con los vientos del Atlántico.
Vamos a tomar nuestro tiempo, empezamos bajando a Portugal, luego a las Islas Canarias y a las Baleares, Cabo Verde y de ahí esperamos para atravesar el Atlántico. La travesía del Atlántico es más o menos dos semanas que se hacen con el viento… Estaremos llegando al Caribe como a finales de diciembre o principios de enero… En abril empezaremos el regreso de la Guyana Francesa hacia Francia”.