Tras la implementación de la Operación Sable en el municipio de Juchitán de Zaragoza, elementos de las fuerzas estatales y federales, asumieron las labores de seguridad en este municipio ubicado en la región del Istmo de Tehuantepec.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) informó que las fuerzas de seguridad que participan en el operativo también tomaron el control del Centro de Comando (C2) y de la coordinación con el Centro de Control y Comando (C4) para la vigilancia de las zonas estratégicas.
Detalló que los 218 policías municipales que conforman la Comisaría de Seguridad Pública Municipal de Juchitán, serán sometidos a evaluaciones de control y confianza, los cuales estarán a cargo del Centro de Evaluación y Control de Confianza del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP).
La institución informó que la seguridad pública estará a cargo del mando coordinado en el que participan elementos de la Policía Estatal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), junto con la Secretaría de la Defensa Nacional (DEFENSA), Secretaría de Marina (SEMAR) y la Guardia Nacional, por tiempo indefinido en tanto se lleven a cabo los exámenes a las y los uniformados municipales.
Detalló que el proceso de certificación y evaluación de confianza de los elementos de la policía municipal requiere de tres meses para entregar los resultados y determinar cuántos de estos elementos están calificados para realizar labores de seguridad pública.
Además, la Fiscalía estatal aseguró la armería de la Policía Municipal luego de detectar irregularidades en el armamento y el permiso colectivo de portación, por lo que se realizan las labores de verificación, en tanto las armas quedaron bajo resguardo de la Policía Estatal.
Este operativo ocurre a tres meses de haber iniciado la Operación Sable en la región del Istmo de Tehuantepec, con un saldo de 65 personas detenidas consideradas como generadoras de violencia y objetivos prioritarios, la gran mayoría integrantes del grupo delictivo comandado por el Comandante Cromo.
Las labores de seguridad se reforzaron a raíz de los hechos de violencia que generó este grupo con el incendio de dos tiendas y ataques a las unidades de transporte, así como amenazas de extorsión y daños a comercios que generó psicosis en la ciudad de Juchitán.