Como es tradición, las familias oaxaqueñas disfrutaron este jueves las tradicionales empanadas de Corpus Christi que desde las primeras horas del día abarrotaron las principales calles del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca.
Uno de los puestos que se instaló a un costado del Templo de Carmen Alto fue de la Dulcería Artesanal “Oaxaqueña”, de doña Laura Velázquez, quien con mucha alegría llegó a ofrecer sus exquisitas empanadas.
De acuerdo con los datos de la iglesia católica, este jueves se llevó a cabo la ceremonia eucarística con motivo de los 60 días del Domingo de Resurrección, cuando se celebra la fiesta y sangre de Jesucristo en su presencia viva y real en la eucaristía.
Es una tradición única en la ciudad de Oaxaca, solamente se celebra en el estado, se cree que anteriormente los sacerdotes regalaban empanaditas a las personas que asistían a misa, entonces de ahí surge la tradición”, explicó doña Laura.
Expuso que desde 1949 su familia a través de la venta de las empanadas, siempre ha participado en los Jueves de Corpus Christi, sin embargo, durante el 2020 y 2021 la pandemia les impidió instalar su puesto.
Mi familia se dedica a los dulces regionales desde 1949, mi abuelo el señor Moisés Barragán y la señora Consuelo Santiago son los fundadores de estas empanadas, nos sentimos muy orgullosos de preservarlo y que no se pierda esta tradición”.
Desde las 7:00 horas del día, las y los católicos acudieron puntualmente a adquirir sus empanadas de lechecilla, coco y piña, por igual abarrotaron los puestos que se instalaron en el Andador Turístico, García Vigil y en el Jardín Sócrates.
Durante dos años no pudimos disfrutar de las empanadas, hoy gracias a Dios podemos volver a saborearlas y más tarde hay que venir a misa para agradecer al Señor porque nos ha dado vida para seguir en este mundo donde han pasado muchas cosas desde la pandemia, la violencia y ahora con lo del huracán, por eso es importante pedir por nuestros hermanos que están pasando por momentos difíciles”, comentó la señora Julia Hernández, católica de toda la vida.
De esta manera, las y los oaxaqueños disfrutaron una vez más de las empanaditas de los Jueves de Corpus Christi, en tanto los comerciantes vieron un respiro en sus ventas después de la emergencia sanitaria por Covid-19 que les impidió ofrecer sus productos durante dos años.
