A más de un año del cierre del basurero municipal que se ubica en la agencia Vicente Guerrero del municipio de la Villa de Zaachila, el proyecto del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU), no termina por aterrizar en el estado de Oaxaca.
A inicios del 2023, para solucionar la crisis de la basura que estalló después del cierre de este tiradero, decidió adoptar este modelo del Centro Integral de Revalorización como el que opera en la Ciudad de México para evitar una mayor contaminación en el subsuelo.
La primera sede anunciada fue en San Lorenzo Albarradas, en donde las autoridades aceptaron el proyecto, sin embargo, un sector de la población y comunidades aledañas la rechazaron, por lo que el gobierno estatal lanzó una convocatoria para buscar una nueva sede.
Nuevamente varias comunidades de la región de la Mixteca se interesaron en destinar sus tierras para la instalación del CIRRSU, pero debido a la viabilidad y autorización de la comunidad, se eligió el municipio de San Pedro Totolapan.
Las autoridades municipales y comunales destinaron 30 hectáreas para que aterrizara el proyecto, en tanto el gobierno estatal anunció una inversión inicial de 300 millones de pesos para su habilitación.
A más de cuatro meses de haberse anunciado esta nueva sede, aún no existen avances sobre su construcción y ahora, el municipio de Asunción Nochixtlán ha solicitado al gobierno estatal cambiar la sede del proyecto hacia las tierras de esta comunidad con el objetivo de impulsar su economía local con un tratamiento adecuado de la basura.
Pese a contar con el aval de las autoridades municipales y comunales de Nochixtlán, representantes de la sociedad civil de este municipio, alzaron la voz para rechazar el CIRRSU y exigir a los gobiernos estatal y federal buscar una nueva sede.
Informaron que el gobierno municipal de Nochixtlán ya presentó el proyecto como una obra que beneficiará a la comunidad, incluso con el tratamiento de los residuos que se generan en sus colonias, sin embargo, advierten que no cuentan con los estudios de impacto ambiental y mucho menos con el aval de la comunidad.
En tanto el gobierno estatal sigue buscando una nueva sede, el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, ha reportado un gasto de 20 millones de pesos para trasladar la basura en el estado de Puebla, por lo que, a más de un año del cierre del basurero municipal, el gobierno citadino ha desembolsado más de 200 millones de pesos para atender la crisis de la basura.
