El flujo de migrantes provenientes de Venezuela continúa sin dar tregua en la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO), donde llegan familias enteras en busca de llegar hasta la frontera norte de México.
Una de las familias que toma un respiro en el Jardín Madero de la ciudad de Oaxaca, es la de Juan José, originario de Venezuela, quien junto con su esposa y sus dos hijos llevan cuatro meses recorriendo los países de América Central hasta el sur de la República Mexicana.
Llevamos cuatro meses caminando y tomando cola en los vehículos que podemos transportarnos, fueron dos meses de Venezuela a Panamá y dos meses de Panamá a México, estamos descansando un rato y pensamos continuar mañana a primera hora”.
Para las y los migrantes, el apoyo que les otorga la ciudadanía de un peso, dos pesos o lo que sea de su voluntad, representa una gran ayuda para las familias, pues con ello obtienen alimentos y en ocasiones lo utilizan para el transporte.
En Venezuela la situación económica es muy difícil, el salario es muy bajo y no alcanza para mantener a nuestras familias por eso decidimos migrar, para buscar una mejor condición de vida”, explicó Juan José.
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Debido que no cuentan con recursos para comunicarse con sus familias, tienen la confianza y la fe en Dios que podrán llegar sanos y salvos a los Estados Unidos y que, mediante los medios de comunicación, sus familiares se enteren que siguen su trayecto por México.
Con el favor de Dios vamos a lograr llegar a nuestro destino porque con el poder de Dios todo se puede, no hay barreras o montañas que pare el poder de Dios, con esa fe vamos hacia la frontera para llegar a los Estados Unidos y que podamos conseguir empleo”.
El migrante de 32 años, detalló que en Venezuela laboraba en el sector de la construcción y electricidad. “Cuando estaba Hugo Chávez, con el salario que me daban apenas alcanzaba para comer, pero cuando llegó Maduro todo se fue para atrás, con el salario que nos dan ya no alcanza para mantener a la familia y si nos quedamos pasamos hambre”.
Por ello, afirma que decidió tomar sus maletas y junto con su familia emprendió el viaje en busca del “sueño americano”, como lo han hecho miles de migrantes venezolanos que han cruzado el territorio mexicano.
