Con el cierre de tres penales regionales de Oaxaca –Juchitán, Matías y Pochutla, los internos han sido trasladados al Centro de Reinserción Social (Cereso) Varonil de Media Seguridad número 1 de San Francisco Tanivet, Tlacolula, inaugurado hace cuatro años.
Por parte de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), no existen informes de la capacidad y condiciones de uso de los 10 penales estatales que aún albergan Personas Privadas de su Libertad (PPL), ni siquiera la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realiza observaciones a estas penitenciarías.
De acuerdo con el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistemas Penitenciarios Estatales 2019, del Inegi, durante el 2018 se contabilizaron 3 mil 187 personas privadas de su libertad, por lo que no existía sobrepoblación en los centros penitenciarios que operaban en ese año.
El penal de Tanivet tiene una capacidad de mil 500 personas, por lo que es el más grande y reciente de la entidad, por lo que en teoría reemplazará a la Penitenciaría Central ubicada en Ixcotel, donde la Comisión Nacional de Seguridad reporta una capacidad para 673 personas.
En Tanivet también se ubica el Reclusorio Femenil de Oaxaca, que puede albergar hasta 253 personas.
