Multiplican deslaves, daños y descuidos en vías estatales
Abandonan SICT y Caminos para el Bienestar vías de comunicación
Los más de 2 mil 900 kilómetros que comprende la red carretera federal se ha visto afectado, principalmente en la zona de la Sierra Sur, Istmo de Tehuantepec y Costa, luego de la variable temporada de precipitaciones pluviales.
Y es que a lo largo de los meses que van de junio a septiembre, usuarios de las vías de comunicación federal al Istmo se han quejado de constantes derrumbes pasando el Camarón Yautepec y hasta Juchitán.
De acuerdo a los conductores, no se observan las brigadas de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) que habitualmente daban mantenimiento a los tramos con derrumbes constantes.
Por lo cual lanzaron el llamado nuevamente a la dependencia federal, debido a que las rocas sobre la superficie de rodamiento son un peligro constante para los vehículos que a diario transitan hacia la capital del estado.
Otra de las observaciones tiene que ver con la falta de señalamientos en las zonas más peligrosas, dado que en algunos sitios ya no existen las banderolas o las barras de protección no han sido reparadas.
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La misma situación advierten hacia la región de la Costa, no obstante, aquí en algunos tramos corresponde a la entidad darle el mantenimiento adecuado a las vías de comunicación, las cuales lucen en el abandono.
Eso pese a que al Programa de Conservación de Infraestructura de Caminos Rurales y Carreteras Alimentadoras para 2023, le fue asignado un presupuesto anual de 5 mil 394 millones 897 mil 551 pesos.
A la vía Oaxaca – Puerto Escondido – Huatulco en el rubro modernización a nivel de pavimento le cancelaron un presupuesto anual de 523 millones 999 mil 996 pesos.
De igual manera, las autoridades detallan que al proyecto carretero carretera Mitla – entronque Tehuantepec II le retiraron 28 millones de pesos, para el presente ejercicio fiscal próximo a cerrar.
Así mismo, los testimonios de los usuarios se dan a diario sobre el mal estado de la vía de comunicación al Istmo de Tehuantepec, pues pese al intenso tráfico por la movilidad de migrantes, no hay inversión en el mantenimiento.
