2018 presenta retos para la reforma educativa
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2018 presenta retos para la reforma educativa

Isaías Álvarez García, especialista del Instituto Politécnico Nacional, señala que la educación no solo requiere inversiones, sino también infraestructura académica y trabajo en equipo


2018 presenta retos para  la reforma educativa | El Imparcial de Oaxaca

La continuidad de la reforma educativa está en duda no solo porque su contenido educativo –el nuevo modelo educativo- será implementado hasta después de las elecciones presidenciales de 2018, sino porque México ha comprobado tener una “desastrosa discontinuidad en las gestiones” y porque la evaluación, aunque benéfica, no puede ser sostenida sin consenso político, asegura el especialista en educación del Instituto Politécnico Nacional, Isaías Álvarez García.

“Yo esperaría que la reforma educativa no dé por terminadas sus acciones en lo que lleva, porque tiene poco avance, la reforma debería plantearse a largo plazo pero no es así, es algo en lo que insistimos a quienes se están preparando para ser líderes en educación básica, la educación no puede coger el uniforme del partido en turno, es el peor desastre que le puede pasar a la educación, la educación es un servicio, un proyecto a largo plazo y no se puede confundir con la alternancia en el poder”, señala el doctor en Planeación Educativa por la Universidad de Harvard.

Para Álvarez, subdirector de Promoción de la Investigación de la dirección general de Planeación de la SEP en el periodo 1971-1984, el actual gobierno ha cometido errores graves al centrar los resultados de la reforma educativa en los progresos de la evaluación educativa y en el mejoramiento de la infraestructura educativa.

El 22 de febrero de 2016, en su primera visita a Oaxaca, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, anunció una inversión por 50 mil millones de pesos para el programa Escuelas al Cien, que beneficiaría a 33 mil planteles en la actual administración federal.

A través de la emisión de bonos en la Bolsa Mexicana de Valores, el Instituto Nacional de Infraestructura Educativa había recaudado 26 mil millones de pesos que, aunados a una línea de crédito abierta por el mismo instituto por 10 mil millones, sumaban el 72 por ciento de los recursos requeridos.

Para el académico, sin embargo, hace falta más que esta inversión para lograr una mejora educativa. “Educación no es una construcción de planta física solamente, Vasconcelos construyó la educación sin escuelas construidas, con las misiones culturales, maestros rurales, cuando las escuelas rurales eran auténticas, no tenían grandes edificios, el proyecto de educación básica utilizó infraestructura en desuso o abandonada, no es la infraestructura, es la infraestructura académica y de trabajo en equipo la que hace la diferencia”, subraya.

A favor de la evaluación

Para Álvarez García, autor de libros como Planificación y desarrollo de proyectos sociales y educativos y Los estudios de caso como estrategia para la formación en gestión, uno de los puntos nucleares de la reforma educativa, la evaluación, ha generado polémica debido a que de origen fue utilizada para fines erróneos. Por una parte, el gobierno federal la colocó como pieza angular para mejorar el sistema educativo, por otra parte, el magisterio se mostró renuente a participar en ella “porque en México hay una grave falta de cultura de la evaluación”.

“La evaluación solo es un mal cuando se utiliza para premiar y castigar, incluso pierde sentido. La evaluación nos da elementos importantes para cambiar los paradigmas de planeación y de nuestras instituciones, pero no nos resuelve todos los problemas, los problemas educativos no se resuelven a base de muchas evaluaciones que no tengan sentido”, expresa.

Profesionalización docente, al margen

Uno de los factores más desfavorecidos en la implementación de la reforma educativa es la profesionalización de los docentes, uno de los cuatro pilares que Álvarez considera fundamentales para un cambio sustancial –además del reforzamiento en la selección de aspirantes a magisterio, de los formadores de profesores y la creación de programas interinstitucionales-.

“Se ha gastado mucho dinero en los programas de actualización, es lo que anunció el secretario de Educación, que se invirtieron 700 millones de pesos, pero se fueron a educación continua y casi todas las universidades se metieron porque andan necesitadas de dinero, pero cuando analizas el informe de la dirección general para el mejoramiento profesional del magisterio encuentras que no hay un programa unitario de formación”.

La falta de una rectoría adecuada en cuanto a la profesionalización de los docentes –que de acuerdo con los documentos de la reforma educativa es la vía para que los maestros obtengan mejoras laborales-, ha permitido que la labor de maestro siga siendo vista como una alternativa laboral para cuando ya no hay alternativa. Ser maestro en México, subraya, es la opción para quienes no pudieron ser doctores, abogados o ingenieros. “El sistema educativo debe ser más que una agencia de colocación de empleados. Pocos saben esto, solo ven que Finlandia supera a todos en las pruebas de calidad de la educación, pero no saben que en ese país ser maestro no es el principio de una carrera, es la meta de todas, necesitas tener un posgrado y dar resultados en tu profesión, tener aptitudes para favorecer la educación, en los países avanzados no cualquiera es profesor”.

En este aspecto, subraya, los estados tienen un papel fundamental con la creación de programas piloto de formación de docentes, a través de los cuales pueden garantizar que aspectos socioculturales sean incluidos en la enseñanza.