Riberas de Atoyac y Salado, muladares
Montones de escombro siguen apareciendo en los bordos, sin control de municipios
Desde el puente de El Rosario y hasta la carretera federal 175 Oaxaca – Puerto Escondido, ambos bordos del río Salado lucen con montones de escombro y basura que complican su limpieza.
A lo largo del recorrido por esta parte de la capital se observa que personas desconocidas arrojan en algún momento del día, los desechos tanto de construcciones como de basura.
Tan solo a unos metros delante del puente que comunica de Cinco Señores hacia el fraccionamiento El Rosario, las autoridades han retirado un poco del carrizo que obstruía la visibilidad de los automovilistas.
No obstante, eso solo ocurrió a lo largo de 15 metros porque metros adelante, el afluente luce azolvado no solo por carrizo, sino también por la pedacería de ladrillo, lozas y tabicón abandonado.
Cabe recordar que desde el 2018, asociaciones civiles han impulsado en tribunales acciones para obligar a las autoridades estatales y municipales a sanear tanto el río Salado, como el Atoyac, pero a cinco años de distancia no hay resultados tangibles.
El Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) ha levantado la voz para cuestionar la pasividad y omisión tanto de la Secretaría de Medio Ambiente del gobierno del estado y de la Profepa y Semarnat, para efectuar acciones de saneamiento.
A través de Nazario García han advertido sobre la gravedad del problema para los habitantes de la ciudad de Oaxaca y de los municipios conurbados, dado que ya quedaron a un paso de los ríos contaminados.
“Súmale que no se tiene un proyecto definido y tampoco acciones para el saneamiento del Atoyac y Salado, y lo vemos porque las descargas de aguas negras sigue a su máxima capacidad”, explica.
Dice que en el Atoyac no solo contaminan las aguas negras, sino afectan el cauce la extracción de material pétreo para lo cual las autoridades se han hecho de la vista gorda para no intervenir,
Por lo que llama tanto a la Semarnat, Profepa, Conagua y Medio Ambiente estatal a intervenir de forma decidida, dado que han pasado los años y siguen sin cumplirse las sentencias de las instancias federales.
