Pide Arzobispo vivir en armonía y paz
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Pide Arzobispo vivir en armonía y paz

Se nos hace muy fácil condenar y señalar con el dedo, dice Vázquez Villalobos


Foto: Adrián Gaytán / El Arzobispo Pedro Vázquez Villalobos, hace un llamado para vivir en armonía y paz.
Foto: Adrián Gaytán / El Arzobispo Pedro Vázquez Villalobos, hace un llamado para vivir en armonía y paz.

En medio del panorama de violencia que se ha vivido en los últimos días en las diferentes regiones del estado, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, pidió a las y los ciudadanos vivir en armonía y paz con todos.

Aprendamos a vivir en armonía y en paz con todos y seamos humildes y no despreciamos a nadie. Nuestro Señor quiere encontrar en nosotros corazones más misericordiosos, comprensivos, amables, respetuosos, generosos, serviciales, humildes y más sencillos de corazón mejores en la vida”.

Al encabezar la homilía dominical, hizo un llamado a las y los católicos a ser misericordiosos.

A veces nos falta misericordia, se nos hace muy fácil condenar y señalar con el dedo y decir que nuestro familiar, amigo y vecino es una persona que no se porta bien, no le encontramos bondad, lo juzgamos. Se nos olvida que nos dice también nuestro Señor: no juzguen y no serán juzgados”.

 

Los condenamos, a veces condenamos a la gente, porque no nos cae bien, a lo mejor porque nos hizo alguna gachada, como decimos. Los condenamos, pero no condenen y no serán condenados”, destacó el Arzobispo.

Recordó que las y los ciudadanos buscan que todo mundo tenga misericordia en ellos:

no queremos ser juzgados, no queremos ser condenados, pero se nos olvida que mi prójimo me está pidiendo lo mismo que yo exijo: misericordia, respeto, que me ames, que me tengas paciencia, que me comprendas, que me ayudes. Exijo tantas cosas y, cuando se trata de dar, ya no damos. Sólo pido que me den y cuando sé que el otro pide lo mismo, no se lo doy”.

 

Tú y yo somos discípulos de Jesucristo y tenemos que hacer siendo vida el Evangelio. Vámonos haciéndolo vida, pero no nada más en lo que nos conviene y no nada más aplicándolo a nuestro favor. Lo que tú pides de los demás en tu favor, es lo mismo que pide él en su favor. Nuestro Señor quiere encontrar en nosotros corazones más misericordiosos, comprensivos, amables, respetuosos, generosos, serviciales, más humildes, sencillos de corazón y mejores en la vida”, apuntó.


aa

 

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