Los bolsillos de los consumidores en Oaxaca soportaron un “arponazo” de 8.07% de aumento promedio en los precios en pescados y mariscos en general durante la temporada de Cuaresma que termina, de acuerdo al Índice Nacional de Precios al Consumidor; todavía este jueves en las zonas de pescado de mercados públicos y el Mercado de Abasto era un hervidero por el ir y venir de compradores. Los comerciantes coincidieron que este año hubo un respiro luego de bajas ventas, a pesar de la carestía.
Sin embargo, para los oaxaqueños hay una diferencia abismal entre adquirir pescado fresco y en latería o mariscos industrializados. De acuerdo con cifras del Inegi, el atún en lata incrementó su precio en 11.2% en un año, de marzo de 2022 al mismo mes de 2023 y, en el mismo periodo, los mariscos enlatados aumentaron 12.07%, una verdadera “cuesta de Cuaresma” para los consumidores.
Este año la Cuaresma inició el miércoles 22 de febrero, luego de los carnavales y con la imposición de la ceniza tradicional en los templos católicos. A partir de ese mes el Inegi reporta un incremento entre 1.56% y 2.62% en pescado fresco, mariscos y camarón en apenas dos meses, pero el atún en lata se disparó 10.11% en dos meses y, en contraparte, el resto de los mariscos vio disminuir sus precios en menos 1.33% anual.
Los encargados de las pescaderías del mercado de Abasto explicaron que a Oaxaca de Juárez llegan cargamentos de pescadores de Juchitán, San Mateo del Mar, Ixhuatán y otras comunidades de productores del Istmo de Tehuantepec. El robalo, huauchinango y lisa están entre los más demandados y, a decir de los comerciantes, el kilo de mojarra se sitúa en 90 pesos; para el huauchinango se piden 200 pesos por kilo.
La Cuaresma de 2022 fue más pesada para los consumidores, en los cuarenta días que comprende, la inflación se situó entre 5.28 y 5.75% para pescados y mariscos en general. En los dos años, fuera de temporada, los precios en pescado se habían mantenido con altibajos. Producto de la escasez mundial de implementos y mercancías, también el año pasado la latería, pescados, atún y sardina experimentaron un dramático aumento que llegó a 2.96% en conservas; para este año, el pescado en conserva se encareció en 12.07%, indican las estadísticas de precios del Inegi.
El camarón y los mariscos en general mostraron claroscuros en sus precios. Según el Inegi, en un año el precio de camarón por kilo disminuyó 6.6%; sin embargo, el camarón “despertó” en febrero y se encareció en 1.56%; casi es el mismo caso para el resto de los mariscos que, en conjunto, vieron reducir su precio en 1.09%, con relación a la Cuaresma de 2022, hay un “pero”, en los cuarenta últimos días, de febrero a la segunda quincena de marzo, aumentaron sus precios en 2.62%.
El atún en lata, que se expende principalmente en cadenas comerciales y de autoservicio, acarrea una inercia de precios elevados. En 2022 la latería se había incrementado en 11.81% y este año ya muestra un incremento de 11.2%. Incluso, en solo dos meses, de febrero a marzo, las latas de atún y sardina han aumentado 10.11%, de acuerdo a la consulta realizada por EL IMPARCIAL a la Calculadora de Inflación.
En el norte del país, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los precios del kilo de camarón rondan entre los 199 y 269 pesos, mientras que el pulpo puede llegar a tener un precio de hasta 269.9 pesos el kilo.
Así, por ejemplo, el filete de salmón cuesta 350 pesos el kilo en la ciudad de México, en Santo Domingo Tehuantepec cuesta 379 pesos y en la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca en 370 pesos.
El codiciado filete de mojarra está en 160 pesos el kilo en el área metropolitana del Valle de México por 196 pesos en Oaxaca y entre 70 y 80 pesos, a granel, en Santo Domingo Tehuantepec.
Es hasta hoy Viernes Santo el último día por la fuerte demanda, recordaron los encargados de la zona de pescado de diversos mercados tradicionales de la capital.
