A los niños Dios “Los vestimos como si fueran nuestros hijos”
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A los niños Dios “Los vestimos como si fueran nuestros hijos”

La fe es muy grande; debemos ser muy cuidadosos a la hora de recibir y arreglar a Niños Dios: Rebeca Ramírez


La familia Ramírez García ha trabajado la restauración de Niños Dios por más de cinco décadas
La familia Ramírez García ha trabajado la restauración de Niños Dios por más de cinco décadas

Para la familia Ramírez García restaurar y vestir a los Niños Dios representa una enorme responsabilidad, pues consideran que su trabajo va más allá de recibir una imagen de yeso, madera o de fibra de vidrio.

Los resanamos, los curamos y los vestimos como si fueran nuestros hijos porque la gente que nos viene a dejar nos los encargan bastante, nos piden que los cuidemos y los tratemos bien, porque la fe es muy grande y a veces nos comentan que los vestidos que se le colocan a las imágenes no les gusta a los niños porque les cambia la cara, por eso debemos ser muy cuidadosos a la hora de recibirlos y arreglarlos”, destacó Rebeca Ramírez, quien junto con su mamá, Verónica Ramírez García y su tío, José Ramírez García, se dedica a restaurar y vestir al Niño Dios.

El gusto por su trabajo y la amabilidad que los caracteriza ha sido fundamental para que el taller de los hermanos Verónica y José prevalezca desde hace más de 50 años y ahora será una herencia que continuarán sus hijos desde su local ubicado en el Mercado Zonal de Santa Rosa Panzacola, en la ciudad de Oaxaca.

Estamos con las tradiciones de cada año como es la vestidita y retocada del Niño Dios, ya sea retocado general o nada más detallitos por despostillado o despintado, aquí lo resanamos y los vestimos, ahora es por la festividad de la Candelaria, pero todo el año nos traen y recibimos otras imágenes como San Juditas, San Antonio, la Virgen de Guadalupe, la Virgen de la Soledad o Juquila que son las más veneradas en Oaxaca”, comentó doña Verónica.

Sin importar el tamaño desde la imagen más pequeña de unos 20 centímetros hasta las más grandes de 60 centímetros, junto con su hermano José, se dedican a restaurarlos para que los Niños Dios luzcan guapos el próximo 2 de febrero cuando las y los católicos los llevarán a bendecir a las iglesias para cumplir con la tradición que recuerda a la Virgen María y San José cuando fueron al templo de Jerusalén para cumplir con el rito de purificación y presentar al Niño Jesús.

 

Cada católico elige la vestimenta con base en su fe

 

Crisis y modernidad

 

De acuerdo con don José, quien por excelencia es el restaurador más famoso de la familia, con el pasar de los años, la crisis económica también ha alcanzado esta tradición, pues anteriormente las y los feligreses preferían las imágenes más grandes de 40 hasta 60 centímetros, pero con el aumento de los insumos y de sus vestidos, ahora llevan más de menores medidas.

Ha cambiado mucho, antes era de puro yeso, alguna que otra de madera, pero en la actualidad ya llevan de fibra de vidrio o de resina, aunque son más costosos dicen que duran más, pero aun así nosotros los restauramos sea cual sea el material”.

Al igual que en los niños y jóvenes de carne y hueso, la moda o la modernidad alcanzó las festividades religiosas, aunque la Iglesia católica recomienda vestirlos con trajes de alguna advocación de Cristo, muchos prefieren vestirlos con uniformes de sus equipos favoritos o, bien, con algún personaje de la cultura popular.

La vestimenta normal que piden es que sea todo de blanco, muchos lo traen vestido del santo de su devoción, pero cuando lo llevan a la iglesia el padre les dice que no se puede vestir como sea porque el Señor Jesucristo es lo máximo, desde mi punto de vista es la fe de cada quien, les decimos que, si tienen fe en San Juditas, en la Sagrada Familia, según su fe así lo pueden vestir, pero la recomendación es que sea todo de blanco por esta festividad”, expuso doña Verónica.

Recordó que hace algunos años, le tocó recibir a un Niño Dios vestido con el uniforme del equipo de futbol América. “Tenía ese uniforme porque era el equipo favorito del responsable, aunque se nos hizo muy extraño no tenemos por qué decirles cómo los deben traer o vestir, tratamos de complacer sobre todo al cliente, no le podemos decir que no, es nuestro trabajo y debemos quedar bien con el cliente, debe uno respetar lo que piense la gente”.

La pandemia por Covid-19 es un factor que ahora toman en cuenta algunos padrinos o madrinas de los Niños Dios, pues a raíz de la emergencia sanitaria, muchos piden que se vista del Niño Doctor y otros prefieren del color de la abundancia para que no les falte trabajo, dinero o salud en este año.

 

Izquierda: Hay una gran variedad de vestimentas
Derecha: Don José Ramírez García

 

El Niño Dios nos ha dado mucho

 

A unos días de que se lleve a cabo la festividad de La Candelaria, mientras unos alistan los deliciosos tamales para convivir, la familia Ramírez García ya trabaja con mucho amor y devoción, curando y vistiendo a los Niños Dios, pues esta noble labor les ha ayudado a sostenerse económicamente desde hace más de 50 años.

También hacemos las imágenes, yo les digo a la gente que no hacemos santitos, porque si no imagínese, por eso les decimos que hacemos, restauramos y vestimos imágenes, gracias a Dios desde que me dediqué a esto de esto he vivido, yo no fui a la escuela, no pasé ni el primer grado de primaria, gracias a este oficio no necesité de estudios porque me ha dado mucho”, destacó don José, quien junto con su hermana Verónica y su sobrina Rebeca esperan a las y los católicos que deseen este año restaurar o vestir a sus Niños Dios a su gusto.


aa

 

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