En Navidad, pide arzobispo transformar a la sociedad
Recomienda compartir los dones y talentos que el todopoderoso ha regalado y que nadie se sienta excluido
Transformar la sociedad y dejarla mejor de como la encontramos, es la verdadera presencia de Jesús en la vida de las personas, dijo el arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, Pedro Vázquez Villalobos, en su mensaje de Navidad.
A unas horas de celebrar en las familias el nacimiento del hijo de Dios, monseñor envió un mensaje a la comunidad creyente, donde destacó también la ayuda a las demás personas.
“Nosotros somos la luz, pero como sociedad podemos caer en la oscuridad de nuestra mente humana y en muchos corazones se hace presente cuando pensamos en la destrucción de nuestras familias”, señaló.
A eso, reflexionó que es imposible estar tranquilos cuando se vive sin luz, “tenemos que estar alertas para no perdernos en la confusión de la noche, sobre todo para no perder la esperanza”.
Por eso, el ver que hay gente que está dispuesta por trabajar por una mejor sociedad, es un aliciente en este caminar, dijo.
“Pensemos en las personas que han quitado a Dios de sus vidas y la Navidad ya no les dice nada. Tendremos una feliz Navidad cuando nos interesemos en las necesidades de las demás personas”, refirió.
Monseñor, recomendó compartir los dones y talentos que el todopoderoso ha regalado y que nadie se sienta excluido.
“Les invito a que aprovechemos la oportunidad de encontrarnos con Jesús, así tu vida encuentra sentido porque él nos enseña cómo vivir el evangelio”, añadió.
Por eso, oró para que se disipe la tiniebla del camino de cada persona y que esta festividad sea considera como una de las que dan unión familiar y de ayuda para las personas necesitadas.
La Iglesia Católica celebra el 25 de diciembre el día de Navidad, es decir, el nacimiento del hijo de Dios, es una de las fechas más importantes del calendario litúrgico
En medio de este día, monseñor envío sus buenos deseos y saludos a las familias católicas y esperó que abran sus corazones y sus mesas a la humildad, el bien común y la ayuda mutua.
Y reiteró que esa luz que adorna los hogares, sea reflejo de lo que alumbre los corazones para recibir a Dios por medio de su primogénito.
