Clases virtuales amplían brecha social y desigualdad

Las disparidades en el uso y acceso a tecnologías de la información entre alumnos de escuelas públicas y privadas es un tanto elocuente, en estos momentos de la educación a distancia, sin embargo esto no significa que sea mejor o peor, coinciden actores educativos.

Aunque no todos los casos son iguales, los alumnos de escuelas públicas están familiarizándose con las plataformas digitales como Zoom o Google Meet para tener intercambio de contenido educativo, dice la pedagoga Elizabeth Martínez.

No obstante indica que las clases impartidas a través de la televisión abierta los estudiantes tienen una idea de lo que trabajarán  cuando vuelvan a las aulas en semáforo verde.

Sin embargo, precisa que tampoco es un contenido óptimo o que vaya acorde con el plan del ciclo escolar 2020 – 2021, dado que al ser material audiovisual en ocasiones corresponde al grado escolar al que va dirigido.

Mientras que en las escuelas privadas, los estudiantes han tenido un mayor acceso a las plataformas digitales pues son proporcionadas por las escuelas primarias o secundarias, al ir implícito en los cobros de colegiaturas.

“Las brechas sociales han marcado mucho este terreno de accesibilidad en estos momentos y que deben poner a trabajar a la SEP para buscar de alguna forma acortarla”, destaca.

De acuerdo a los niños de escuelas primarias ya están avanzando con el programa de estudios, pero en las escuelas públicas están por iniciar y eso genera disparidades que aunque no determinan el conocimiento final del  niño o niña, sí influyen en estos momentos.

Hay muchas dudas por parte de los padres de familia en ambos sistemas educativos, porque pese a que cuentan con herramientas tecnológicas no pueden acompañar al hijo en las clases virtuales y eso al final deja lagunas en el proceso, explica.

A su vez, la organización México Evalúa expone que si bien este modelo educativo es una buena opción ante el panorama que plantea la pandemia, también incrementan las brechas educativas.

Mientras algunos estudiantes cuentan con el apoyo de sus padres y la posibilidad de acceder a las clases en televisión  y complementarlas con recursos en internet, otros no cuentan ni siquiera con computadora.

Otra duda es sobre qué hará o cómo apoyará el estado a los padres que ya regresan de manera presencial a trabajar, “¿cómo se apoyará a los tutores para que estos ayuden a sus hijos a darle continuidad a las clases por televisión?”, cuestiona.

Indica que hay muchas dudas sobre  el proceso de retroalimentación que requieren los estudiantes, esto debido a que el proceso de aprendizaje no basta con poner a los estudiantes frente a la televisión.

Para afianzar y reforzar lo aprendido se requiere de la asesoría de un docente, por lo que en ese sentido la participación y retroalimentación del maestro es fundamental, subraya.