Para el presidente de la Sociedad Mexicana de Ingenieros (SMI) en Oaxaca, José Marcos Matus, la entrega de una parte de la construcción del Tren Maya a la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA), es más un acuerdo político que por mérito de la constructora.
En entrevista, recordó que ICA dejó abandonadas las obras de construcción de la autopista Barranca Larga-Ventanilla a lo largo de 104.30 kilómetros de longitud y sin tener ninguna sanción por parte de la SCT.
“Incluso la conclusión de la construcción de esa vía rápida se encuentra el riesgo, toda vez que el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) puede llegar a desaparecer por orden presidencial”, afirmó.
Marcos Matus consideró que en la entidad dicha empresa botó cuatros tramos de la súper carretera durante la administración del exgobernador Aliancista, Gabino Cué Monteagudo.
Y es que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) adjudicó directamente a la constructora ICA Infraestructura, un contrato de 27 mil millones de pesos para construir el cuarto tramo del Tren Maya.
El tramo adjudicado de manera directa a dicha empresa consta de 257 kilómetros y comprende desde Izamal, en el estado de Yucatán, hasta Cancún, en el estado de Quintana Roo; es el segmento más largo y costoso de la línea de pasajeros y carga adjudicado hasta el momento.
“En su momento varios funcionarios estatales y de los que aún siguen en la presente administración conocieron del tema, pero nunca recibieron la orden o indicación para actuar”, dijo.
Sin embargo, confió en que con los recursos del Fonadin asignados para el presente año, se logre concluir en el plazo previsto por la federación; “ojalá ahora sí se concluya la tan anhelada vía rápida a la Costa”.
Llamó tanto a la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra) y a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) vigilar el avance y aplicación de recursos en esa obra.
